Garzón le ha pegado un navajazo al PSOE en Castilla y León de esos que yo nunca olvidaría. Unas semanas antes de las elecciones levanta la polémica de que la carne de las granjas españolas es de pésima calidad, mientras formaba parte el gobierno de Sánchez que se la jugaba a los pocos días en las urnas. ¿Alguien puede pensar que una célula comunista improvisa? Que ingenuidad. Esta directriz la tenía pensada hace mucho, siguiendo instrucciones de la dirección del partido. ¿Cuál era el objetivo? Que si se hundía Podemos más se hundiría el PSOE, y el pronóstico es que Podemos se hundiría como se hundió en toda España siguiendo la ruta de Ciudadanos. Eran dos partidos boom, pero con poco futuro como lo fue el de Rosa Díez. La prueba la tenemos en el discurso que hizo su líder en Castilla y León, Pablo Fernández, que mucha pinta de progre-pijo, atacaba al PSOE y no al PP y decía: el que más ha perdido ha sido el PSOE, mucho más que nosotros, porque nosotros hemos perdido 1 y el PSOE 7. Era una verdad matemática pero era una manipuladora mentira, porque Podemos perdió el 50% y el PSOE solo perdió un 10%.
Pero lo que llama la atención es que siendo Podemos socio del PSOE, su primera manifestado hubiera debido ser alabando el resultado del PSOE, cuyo candidato pagó el precio de las 30 monedas que le tendió Garzón a traición. Pero no, en vez de meterse con VOX o con el PP, el candidato de Podemos siguiendo la línea Garzón se metió con el PSOE.
Ahí se retrató para la gente que sepa leer entre líneas. Es verdad que era rival del PSOE porque tenía el mismo caladero, pero después de las elecciones no había necesidad salvo enviarle un mensaje al propio Sánchez.
El partido comunista es frente al mundo, un partido demócrata, porque se pone a sí mismo el calificativo: república democrática alemana, -como insinuando que la otra no era-, pero tuvieron que poner un muro para que la gente no huyera de su 'paraíso'. Se llamaba ecologista, pero al otro lado del muro no existía esa palabra, como también usaba la palabra libertad a este lado, mientras la pisoteaba en el otro, y así con todo.
El PSOE ha sobrevivido milagrosamente en Castilla y León después del torpedo de Garzón, pero no se da cuenta que dejar en sus manos algunas decisiones, -RTV, los Servicios Secretos del Estado, el Ministerio de Consumo, etc.-, va a dividir los votos de la izquierda y va a espantar a los votos del centro como le ha pasado en Madrid y en Castilla y León.
Ya se equivocó una vez el PSOE cuando se asoció con el Partido Comunista en la Segunda República, y no se da cuenta que hoy lo que se espera del Partido Socialista es moderación y medidas que capten el voto moderado. El radical solo está en la calle votando a puño alzado, pero sin votos reales en las urnas. Y si no, ¿Cómo pudo ser que León Blum, presidente del frente popular francés y de Francia en el 36, negase el apoyo al frente popular español y le cerrase la frontera? ¿No eran los mismos? Se ve que no.