Patrimonio en el olvido

V.M.
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La Cueva de Catalina de Cardona, situada en el término de Casas de Benítez, presenta un serio peligro de derrumbe, sin que ninguna Administración actúe para evitar su ruina

Una de las galerías excavadas a mano en la cueva, con escalones y arcadas rudimentarias. - Foto: Mancha Ignota

La Cueva de Catalina Cardona, una especie de iglesia rupestre situada en el término conquense de Casas de Benítez con una apasionante historia  detrás, lo que le valió ser declarada Bien de Interés Cultural por el Gobierno regional en los años 80, evidencia el abandono de buena parte de nuestro patrimonio, precisamente a escasos kilómetros tenemos otro ejemplo evidente en el Palacio de los Gosálvez. 

Situada junto a los restos de un antiguo convento de Carmelitas Descalzas esta construcción data del siglo XVI y en ella vivió la noble eremita a la que debe su nombre, cuyos restos reposan en el vecino Convento de Villanueva de la Jara.

Catalina de Cardona (1519- 1577) fue una noble catalana hija ilegítima de Ramón Folc de Cardona-Anglesola, barón de Bellpuig, y virrey de Nápoles, que, tras enviudar muy joven, su vida hacia la espiritualidad más extrema. Llegó a tener la confianza de Felipe II en la Corte y fue aya de su primogénito, el Príncipe Carlos, pero sus ansias de penitencia y oración le hicieron que terminase sus días como ermitaña en esta modesta cueva, donde sería descubierta por un pastor hacia el año 1566 y su historia y presuntos milagros se extendieron por la Castilla de la época. 

Visita de santa teresa. La propia Santa Teresa de Jesús llegó a visitar esas galerías después de la muerte de Catalina (sepultada primeramente en el convento aledaño hoy derruido) cuando se dirigía a fundar el Convento de Villanueva de la Jara en 1580.

El acceso a la cueva, descubierta en 1980, se lleva a cabo a través de una pequeña puerta enmarcada en un arco de sillería y parte del techo y las paredes están semiderruidas. Fue excavada directamente sobre la tierra compactada o roca blanda formando un entramado de sencillos túneles, incluyendo en su trazado arcos, escalones  y hornacinas en las paredes. En algunas referencias llega a calificarse como iglesia rupestre, pero las galerías de la cueva no tienen no tienen aspecto de templo, lo que no quita que pudiera oficiarse alguna misa u oficios religiosos en ella. 

Su visita no es en absoluto recomendable por el peligro de derrumbe, pero puede realizarse una visita virtual a través del blog  manchaignota.com, que nos cedió amablemente las fotografías de la misma.

Puestos en contacto con Samuel Mondéjar, regidor de Casas de Benítez, éste subraya que «ni por parte del Estado, ni por parte de la Junta de Comunidades se han llevado actuaciones tendentes a evitar su mantenimiento y su estado es ruinoso, de hecho ahora mismo bajar a ella es peligroso».

El alcalde benitense reconocía que con las limitadas condiciones económicas del Consistorio se hace imposible llevar a cabo obras para recuperarla. «La única solución para garantizar su conservación -reiteraba- es una intervención por parte del Gobierno central o del autonómico, presupuestando una partida para frenar su progresivo deterioro; nosotros lo pusimos en conocimiento de la Junta y más recientemente del diputado provincial de Cultura, que se desplazó a ver in situ el monumento, pero no es la Diputación el organismo al que le compete llevar a cabo su mantenimiento».

Informe y memoria. Mondéjar también desvela que el aparejador municipal está elaborando un informe detallado de las condiciones en las que se encuentra «y cuando esté finalizado se enviará, junto a una memoria, tanto a Patrimonio la Junta como al Ejecutivo Central».

Finalmente, preguntado por cuál sería el coste necesario para evitar en principio un mayor deterioro, el primer edil estimaba que una primera actuación para su limpieza y asentamiento de su entrada y muros podría rondar entre 300.000 y 400.000 euros, «incluso podría hacerse visitable y convertirse en un recurso turístico importante para el municipio».

Cabe recordar que en el mismo término municipal de esta población de La Manchuela conquense encontramos otra joya arquitectónica declarada Bien de Interés Cultural que se deteriora año tras año sin remedio, a pesar de que el edificio y su entorno fuesen adquiridos en 2006 para ser restaurados y convertidos en un complejo hotelero y que la Diputación Provincial anunciase una partida para el mismo hace un par de años.