Francisco Javier Martínez

CARTA DEL DIRECTOR

Francisco Javier Martínez


La economía circular es la apuesta

05/03/2021

La Junta de Comunidades, con su vicepresidente José Luis Martínez Guijarro a la cabeza, presentó el miércoles la apuesta estrella para los próximos años en Cuenca: la economía circular, que se concretará en la creación de un ambicioso Parque Científico y Tecnológico. Castilla-La Mancha es pionera en este sentido, ya que fue la primera comunidad autónoma de España que aprobó su Ley de Economía Circular y la Junta escenificó su apuesta decidida el otro día en Cuenca. Para conseguir poner en marcha su estrategia, cuentan con la colaboración de la Diputación Provincial y ahora falta que la iniciativa privada se sume al proyecto. Ahí está el quid de la cuestión, en saber vender el producto a la empresa privada. De nada sirve una iniciativa pública de tal calado si después no atrae al sector privado para llevarla a cabo, pero por las declaraciones de los políticos, parece que ya hubo contactos y las impresiones son positivas.
La economía circular está llamada a convertirse en uno de los sectores económicos de referencia en los próximos años y la apuesta de la Junta por Cuenca puede dotar a la provincia de esa gran industria -y no me refiero a una única empresa sino a un sector entero- que la haga salir de años de decadencia. La economía circular debe ser ese corazón del que ahora carece la provincia y que hace que su capital humano tenga de emigrar hacia Madrid y Valencia, principalmente. Después de décadas de expansión de un modelo basado en el turismo, se demuestra que es insuficiente para que la provincia conquense pueda subsistir por sí misma. El eje de los municipios del sur, con Mota del Cuervo, Las Pedroñeras y San Clemente como focos de actividad, demuestra que la actividad económica es fundamental para mantener población y prosperar.
El sector turístico por sí mismo debe ser el complemento perfecto para que la renta de los conquenses se vea enriquecida, es decir, se convertirá en los pulmones de la economía, pero siempre acompañados por un corazón activo que bombee riqueza con la que mejorar el bienestar de la sociedad y de esta forma fijar población en un entorno que hoy por hoy se muestra un tanto hostil.
Está claro que hay que buscar soluciones para la provincia de Cuenca, afectada por todos los males de la denominada España vaciada, y esas vías deben tener efectos a corto y medio plazo. La situación no permite hacer experimentos ni fiar los resultados a 20 años vista, más que nada porque para entonces, si sigue la tendencia actual, Cuenca sería un erial humano. La apuesta de las administraciones públicas, con la Junta portando el estandarte, parece decidida y ambiciosa, ahora hay que ponerla en práctica mejor ayer que mañana, porque la provincia ansía un halo de esperanza que ilumine el horizonte al que se enfrenta.
Sinceramente creo que después de esta crisis sanitaria vamos a oír hasta la saciedad el término economía circular y debemos empezar a conocer en qué consiste y lo que es capaz de generar en nuestro entorno más próximo que en Cuenca tiene un potencial enorme. Habrá que exprimirlo para sacarle todo el jugo posible por el futuro de los conquenses.