Organizar una prueba de mototurismo, promocionar la riqueza geológica y paleontológica de Cuenca y generar economía en las localidades por las que discurrirá la ruta. Esa es la propuesta del Museo de Paleontología de Castilla-La Mancha (MUPA) que ha tomado forma y que será realidad entre el 1 y el 3 de octubre. La primera edición de DinoRider 360 pretende, en palabras de Santiago Langreo, director del MUPA y motero, «unir el desarrollo turístico del territorio de Cuenca y recuperar y poner en valor nuestro patrimonio paleontológico».

La idea surge gracias al empeño de aficionados conquenses que forman parte del grupo Moteros Gastronómicos, que «organizamos rutas todos los fines de semana. Nos dimos cuenta que el potencial que tenía Cuenca, en cuanto a rutas de mototurismo, era muy grande. De ahí surgió el nombre», cuenta Langreo, que explica que la denominación es la combinación de dinosaurios y motor  –existe una serie de dibujos animados de los 80 llamaba Dino-Riders–  y el hecho de que la ruta será circular.

La acogida a esta iniciativa, desde el colectivo motero nacional, es tal que tras anunciarla en la página web y en las redes sociales del MUPA ya existen 40 inscripciones formalizadas, si bien el límite es de 200 participantes. «Si llegáramos a 100 sería un éxito total y si fuésemos 200 habrá que pensar que puede haber una estrategia y crecer en el futuro», apunta el organizador. De hecho, desvela que junto al director de Dinopolis (Teruel), que también es motero, se ha pensado en la posibilidad de colaborar conjuntamente para «establecer un eje de motos y dinosaurios».

El MUPA promoverá una prueba que combina dinosaurios y motorpatrocinio. La ruta estará patrocinada por el MUPA, pero Langreo desvela que se sumará la Diputación Provincial y ya hay varias firmas y marcas del sector interesadas en el patrocinio. Se busca a moteros de Cuenca, pero la intención es que vengan de todos los rincones del país «para que pernocten. Este tipo de iniciativas de desarrollo turístico buscan un público que deje buenos retornos. No una visita nada más». 

«De alguna forma, le obligamos a que vengan el viernes al briefing, que se queden tras la noche del sábado y que tengan una experiencia muy placentera», señala el director.

Lógicamente, se espera que para octubre ya haya inmunidad de rebaño para poder celebrar los distintos eventos que se van a desarrollar. A seis meses vista del evento, se cree que debería haberse vacunado un porcentaje importante de la población como para poder organizar la cena de hermandad programada, u otro tipo de actividades en grupo. No obstante, el nivel 2 de restricciones permite el paseo en moto.