Malestar en la construcción por la pérdida de la planta de residuos

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Varias empresas del sector señalan que la existencia de una única instalación de recogida y tratamiento en la provincia, en Landete, provoca serios problemas y gastos extra

Varias empresas prestan servicio de recogida, tratamiento y clasificado de los materiales. - Foto: Reyes Martí­nez

La existencia de una única planta de residuos sólidos de la construcción y demolición en la provincia, en Landete, supone un grave problema para las empresas constructoras de la provincia. El sector muestra su malestar por la pérdida de la planta de la capital, cerrada desde hace varios años después de que el Tribunal Supremo anulara el proceso de licitación de 2006, adjudicado a la empresa Reciclajes del Henares, y que la nueva empresa gestora, Valoriza, no presentara la documentación requerida. En la actualidad está en estudio la apertura de varias plantas en la provincia, según ha informado el Consorcio Provincial de Medio Ambiente de la Diputación (Consorma).

Han pasado cerca de seis años desde que la Junta de Comunidades anunciara que la provincia contaría con cinco nuevos centros de tratamientos y siete estaciones de transferencia para los residuos de la construcción y demolición (RCDs). Los centros de tratamiento se ubicarían en las localidades de Cuenca, Motilla del Palancar, Las Pedroñeras, Tarancón y Landete, única operativa en la actualidad.

Los constructores de la provincia han pedido varias veces que se solucione el problema.  Además, empresarios de la construcción habrían solicitado la autorización para la gestión de una planta de tratamiento de residuos en la capital, Tarancón y Motilla, que supondría abaratar el coste que supone trasladar el material hasta la planta de Landete o fuera de la provincia.

«Es una actividad sujeta a la iniciativa privada. Cualquier empresario puede instalarse teniendo la autorización para la gestión de este tipo de residuos», indica el secretario del Consorma, José Miguel Iborra, que añade que el problema «preocupa porque ahora mismo no hay tejido empresarial dedicado a este tipo de residuos en la provincia. Tenemos un vaso de vertido que está cerrado y que tendría que ponerse en marcha cuanto antes».

Iborra señala que el vertedero de la capital se recepcionó en 2006, situado junto a la planta de tratamiento y, «a día de hoy está sin usar».

Reciclado. Varias constructoras de la provincia han optado por contratar los servicios de una empresa de movimientos de tierra para que les retiren los escombros generados. Es el caso de Construcciones Victoriano Valera e hijos. Según sus responsables, la tasa de recogida por tonelada puede elevarse a los 17 euros.

Las empresas que prestan estos servicios reciclan los materiales, se separan, se clasifican y se aprovechan las arenas resultantes. El resto del producto, vidrios, maderas, plásticos, se trasladan a los respectivos puntos de recogida autorizados.

Guillermo Peñarrubia, responsable del Grupo Conca, explica que las empresas subcontratadas para la retirada de escombros se responsabilizan de tratar los materiales en obra, se separan y son llevados a planta. «Ahora, contratamos contenedores para pequeñas obras que tenemos y son las empresas las que se encargan de la retirada».

Escombros en la capital. La crisis del sector ha mermado notablemente la cantidad de promociones de viviendas. Tanto es así que en la capital no hay a día de hoy ninguna en inicio. Sin embargo, los residuos generados por las pequeñas reformas y edificaciones provienen de obras menores, restauraciones, reparaciones o acondicionamientos de locales comerciales.

Un responsable de la empresa Extransa, encargada del servicio de recogida de escombros, asegura que el material se destina a la planta de Landete y  a otras instalaciones de provincias limítrofes, caso de Albacete o de Madrid. El responsable de la empresa apunta que la ausencia de una planta recicladora en la capital «es un problema serio para las constructoras y para los usuarios, que tienen un gasto extra con los portes, ya que no es lo mismo llevarlo a pocos kilómetros que fuera de la ciudad. La gestión de recogida de los residuos de la construcción se ha llevado de forma nefasta desde siempre. No es la primera vez que nos enfrentamos a este problema. Hace cinco años que se cerró de la noche al día el vertedero municipal, sin previo aviso, y no se dieron alternativas», dice.

La propia empresa ha solicitado varias veces la gestión de la planta, pero hasta la fecha no han recibido respuesta.

El responsable aprecia que la ausencia de la instalación en la capital ha propiciado el vertido incontrolado de residuos de la construcción y restos de demoliciones.

En varios puntos de la ciudad, junto a los polígonos industriales de la capital o en los aledaños, es habitual encontrar escombreras con sacos de yeso, ladrillos, cemento seco y restos de obras. Mientras, la planta de tratamientos de residuos sólidos de la capital está en desuso.