Esta tarde, a las 19,00 horas, se presenta en el Centro Contemporáneo de Cuenca, Cuarenta Collages, de José Luis Jover. Posteriormente, a las 19,30 horas, tendrá lugar una conferencia a cargo del autor. Se trata de una antología de la obra collagística de José Luis Jover. La selección de los collages ha sido realizada por el propio autor, y la edición ha corrido a cargo de Editorial La Zúa. La obra se presenta en una caja de 23x17x4 cm, forrada en tela. Los materiales con los que el autor monta sus collages hablan de su nostalgia de las viejas vanguardias europeas, particularmente su vertiente germánica: Schlemmer, Schwitters, Klee, Hausmann y, cómo no, su admirada Hannah Höch, dadaís­ta, inimitable, única.

Asimismo, los collages de Jover recuerdan su afición a recortar revistas de los años cincuenta, tipo "Life" o viejas publicaciones de moda para señoras, como la argentina "Para ti", que solía degustar el incorruptible Ignacio Prat. Hay asimismo dos rasgos fácilmente detectables en la obra collagística (y también poética) de Jover: su sentido del humor y su gusto por el juego.

José Luis Jover encabeza su antología Cuarenta Collages con una evocación a Paul Klee, artista fun­damental de las vanguardias históricas. Pero Klee era, además, autor de una obra poética que per­maneció inédita hasta pasados veinte años de su muerte. "Yo soy poeta –escribió Klee–, pero el hecho de serlo no supone obstáculo alguno para ser también artista plástico". Jover, poeta y co­llagista, se adhiere a esa afirmación y añade por su cuenta que el poema y el collage tienen, ade­más, "dos gozosas afinidades que los emparenta: una es que cuando trabajas en ellos dejas la puerta abierta al azar. Y la otra, que por esa misma puerta –o por una puerta ignota– también se cuela la finta, la trampa. Ese es el juego.