Artesano sobre el escenario

Leo Cortijo
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Con más de 20 años de carrera sobre las tablas, el actor moteño se desvive por 'S.L. Sus Labores', una obra de teatro que él mismo ideó y gestó. Sueña con que la provincia la conozca.

Artesano sobre el escenario

Soy actor desde que nací y lo digo con conocimiento de causa». La carta de presentación de Raúl en esta entrevista lo dice todo. Desde pequeño creaba sus «propios universos» en el patio de casa. En el pueblo, añade, porque le encanta presumir –y hace bien– de terruño. Moteño de pura cepa, cualquier cosa que veía en la televisión o en plena calle en su día a día lo trasladaba a ese patio para darle su propia interpretación. Le encantaba, explica, imitar. «Siempre andaba inventando porque era muy imaginativo». A partir de ahí, comenzó a subirse a la tarima o al escenario para participar en cualquier sarao que le propusiesen. La apuesta en firme se produjo cuando se trasladó a Córdoba para estudiar en la Escuela Superior de Arte Dramático. Ahí ya no hubo vuelta atrás.

En territorio andaluz hizo sus primeros pinitos hasta que se le quedó pequeña la ciudad de las tres culturas y puso rumbo a Madrid para formarse con diferentes maestros y trabajar en varias producciones. Participó en series de televisión de sobra conocidas como Aida, Los Serrano o Los hombres de Paco, pero sobre todo hizo teatro, mucho teatro. Saboreó incluso las mieles de escuchar una ovación en el festival internacional de teatro clásico de Almagro. Aunque no parara, sus quehaceres en el escenario los alternó con otros trabajos relacionados con la interpretación, dando clases sin ir más lejos.

Pero como la vida son etapas, se puso el mundo por montera y cruzó el charco para vivir, en principio unos meses, en México, pero se quedó seis años. «Con una mano delante y otra detrás y sin expectativas», dice. Todo a favor de la obra: mucho teatro, bastantes series y cine independiente. Hasta tuvo la oportunidad de interpretar a Búfalo Martín en la serie El César, «que se ha visto en todo el continente americano». No dejó de aprender y formarse ni tampoco de pisar las mejores plazas aztecas de la interpretación.

Una serie de circunstancias personales le obligaron a cambiar de aires y regresar de nuevo a España. Una rentrée que no está siendo nada fácil, pues desembarcó a las puertas de una pandemia desoladora para el sector, a lo que además –por si fuera poco– se suma el hándicap de estar varios años fuera del circuito patrio. «Los actores siempre estamos comenzando desde cero», apunta este entusiasta conquense para evidenciar la dura y constante lucha del actor.

Tenacidad, ganas e ilusión no le faltan. De hecho, en una breve estancia en Buenos Aires comenzó a gestar una idea que ahora, tras mucho trabajo, es toda una realidad a través de su compañía El Yunque Teatro: S.L. Sus Labores. «Un canto a la mujer rural, o quizás ni tan canto ni tan rural», reza el dossiser de la obra. Él mismo parió la obra y él mismo la está distribuyendo. Hicieron el preestreno en Madrid, la llevaron a Córdoba en su día y ahora a un pueblo de Navarra. Y aunque reconoce que el proyecto está yendo algo «despacio», está convencido de la fuerza de la obra. «Creo mucho en ella porque es un homenaje a las mujeres que han trabajado como amas de casa y nunca se las ha valorado porque la sociedad ha normalizado su labor, cuando han sido el soporte de muchas familias», argumenta. 

Raúl sueña con que esta obra llegue a la provincia de Cuenca. No serían pocas las mujeres conquenses que se sentirían reflejadas. Bien lo sabe este actor, «orgulloso» de ser de pueblo, un «artesano» con más de 20 años de trayectoria.