Acordes para la gran pantalla

Manu Reina
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El joven compositor de bandas sonoras Daniel de la Rosa lucha por sus sueños desde que llegó a Cuenca por primera vez y crece en la industria cinematográfica con «ilusión» y con más de una veintena de obras propias

Acordes para la gran pantalla - Foto: Daniel de la Rosa

¿Quién recuerda una película en concreto con tan sólo escuchar unas pinceladas de su banda sonora? Si es así es porque la composición musical es exquisita y memorable. En estos exitosos casos muchas personas identifican rápidamente la melodía sin incluso haber visto el contenido de la película. Ese es el objetivo que se marca el conquense Daniel de la Rosa Oliva, un joven compositor musical que sueña con que sus bandas sonoras tengan un legado inmortal. Y se marca al famoso y laureado John Williams -creador de las bandas sonoras de Tiburón, Indiana Jones, Star Wars o Spiderman, entre infinidad de obras- como ejemplo a seguir en la industria cinematográfica.

De la Rosa es natural de Puebla de Moltalbán (Toledo) y desde muy pequeño se interesó por la música, especialmente por aprender a tocar piano. A los nueve años, aprovechando que su padre trabajaba en Cuenca, decide partir de su pueblo natal para continuar su vida en la capital conquense. «Tenía claro que quería dedicarme a la música y Cuenca me esperaba con los brazos abiertos, era el sitio idóneo», señala. Sus siguientes pasos estarían marcados junto al violonchelo, ya que optó por formarse en este instrumento, primero en la Escuela de Música y luego en el Conservatorio de Música de Cuenca mediante un grado medio. La carrera superior de violonchelo finalmente la cursó en Valencia. Eso sí, su vida daría un giro por completo cuando decide perseguir sí o sí su gran sueño, que es crear sus propias bandas sonoras. De esta manera, para adquirir más conocimientos en este sector, el protagonista estudió un máster específico de música de cine en Madrid e incluso disfrutó de formaciones privadas. «Siempre me ha gustado este sector y tenía claro que era a lo que quería dedicarme profesionalmente», expresa. 

luxemburgo. Actualmente reside en Luxemburgo junto a su pareja de origen polaco. Es casualmente en Polonia donde empieza a hacer sus primeros trabajos. «Actualmente cuento con más de una veintena de bandas sonoras», apunta. Es gracias a los primeros contactos que consigue en este sector lo que le permite dar rienda suelta a su talento. El reconocido compositor español Zacarías M. de la Riva le concede una oportunidad laboral y ahora trabajan juntos. «Me encargo de hacer diferentes trabajos para distintas plataformas», explica con ilusión este joven conquense de adopción. Si bien es cierto que describe, con un tono nostálgico, cómo en esta industria los trabajos se compran por completo. Es decir, las compañías adquieren todos los derechos por una cantidad económica concreta «y eso hace que mi nombre nunca salgan en las creaciones, ya que se venden todos los derechos», confirma. 

Daniel de la Rosa, que tiene 26 años de edad, trabaja con un ordenador y un piano para confeccionar sus obras musicales. «Primero me veo la película por completo y luego decidido, junto al productor y director de la misma, qué tipo de banda sonora le puede pegar más», explica. Y es que dependiendo del género de la producción se utiliza una u otra. «No es lo mismo una película de humor que de terror», añade. Eso sí, él siempre hace primero los temas musicales con el piano «y luego los adapto a la película en concreto», sentencia. El tiempo para trabajar varía dependiendo de cada proyecto, «pero se hace en una media de un mes y medio o dos, con suerte, aunque muchas veces puede ser menos», detalla De la Rosa. Eso sí, este conquense no se centra sólo en crear bandas sonoras para películas, sino también en spots publicitarios, largometrajes, cortometrajes o juegos, entre otros. Poco a poco, este ambicioso músico quiere hacerse un hueco en el séptimo arte y sus esfuerzos ya le están dando las primeras recompensas.

regreso a cuenca. Este joven se encuentra a cientos de kilómetros de distancia de Cuenca, pero no se olvida «de la ciudad que me lo ha dado todo en la música», expresa. No se olvida de la capital e incluso regresa aquí cada verano durante sus vacaciones estivales. El nexo es claro. De la Rosa sueña además con proyectar algún día alguna de sus bandas sonoras en Cuenca y «compartir con mis amigos conquenses las obras que hago». Y es que este compositor musical mantiene su relación con la capital hasta tal punto de que sigue perteneciendo a la Agrupación Musical Alfonso Octavas y mantiene el contacto con la Joven Orquesta de Cuenca.