El trabajo en equipo es fundamental en un deporte colectivo como es el voleibol, en el que cada jugador es importante dentro del grupo. Y más aun cuando se tiene un objetivo común que generalmente es el triunfo. Todos deben colaborar con entusiasmo, motivación, apoyo mutuo y espíritu de colectividad para lograr ese reto, guiados por el líder, que es el entrenador.
El cadete del Club Voleibol Hervás Cuenca es un claro ejemplo de trabajo en equipo. El conjunto conquense, que dirige Eduardo Pérez, se caracteriza, sin duda, por tener un gran espíritu de grupo, con unos jugadores que creen en su estilo de juego, que trabajan cada día por conseguir sus sueños. Transmiten ilusión y esperanza cada vez que saltan a la pista, tanto en los entrenamientos como en los partidos.
A principio de temporada se marcaron un objetivo, que no era otro que quedar campeones de la liga de Castilla-La Mancha. Y con perseverancia y constancia lo han conseguido. Aunque la liga todavía no ha finalizado, ellos ya son campeones, por lo que jugarán el próximo mes de junio el campeonato nacional. Son, sin duda, un equipo ejemplar, tanto en el club, como en la competición. Unos chicos trabajadores que comparten y disfrutan de una misma pasión por el vóley. Como dice su entrenador, están creciendo «a pasos agigantados» y eso se está viendo reflejado en la clasificación, la cual lideran. «Están dando un salto de calidad muy importante, se lo están tomando muy en serio. Ahora saben que tenemos que empezar a trabajar para que luego se den bien los resultados a final de temporada», resalta el entrenador.
Están inmersos en una dinámica muy positiva y con ganas de más. «Los chicos están con muchas ganas. Los veo con casi más hambre que antes», destaca. El crecimiento que están demostrando les permite soñar. «Quieren demostrar que son buenos de verdad a nivel nacional», subraya el técnico. En la Copa de España ya lo demostraron. El CV Cuenca quedó subcampeón tras una final muy disputada ante el Playas de Benidorm. Por eso, ahora la escuadra local no se pone barreras, sino objetivos ambiciosos. «Tienen un compromiso y unas ganas de jugar y sacar las cosas adelante espectaculares. Siempre quieren demostrar que son los mejores en esto», destaca Edu.
El desarrollo de cada uno de los jugadores es un aspecto fundamental para el club. Entre los valores que promulga la entidad conquense destacan el ambiente familiar, la amistad y el compañerismo. Además de compañeros, son amigos. El cadete es una familia. «El sentimiento de unidad que tenemos es impresionante. De hecho, todos coincidimos en que estamos llegando tan lejos porque somos muy amigos todos, tanto los suplentes como los titulares. Somos una familia muy unida y dentro del campo se nota», afirma el jugador del CV Hervás Felipe Fueros.
Por todo ello, Edu hace una valoración «positiva» de lo que va de temporada. «Estoy súper contento con el trabajo que han tenido durante todo este tiempo», asegura. Asimismo espera que «todo siga igual, no debemos relajarnos. El trabajo que hemos conseguido crear este año ha sido muy bueno».