Aún no se ha cuantificado el número de hectáreas que se han visto afectadas por el intenso pedrisco que cayó el sábado por la tarde en La Peraleja, pero las primeras impresiones es que un porcentaje alto del cereal se perderá. En apenas cinco minutos, el cielo descargó granizo en una parte del municipio y en la propia población, en la que provocó destrozos en el mobiliario urbano, canalones y tejados de varias viviendas. Lo peor se lo llevó el campo y los cultivos de cereal y almendra, que sufrirán las secuelas de la piedra. 

José María Abad, uno de los agricultores afectados, comenta que la tormenta fue localizada en un radio de tres kilómetros, al suroeste del municipio, y «afectó a varias parcelas. Se cebó en el pueblo y destrozó todo lo que pilló. En solo cinco minutos, parecía que se acababa el mundo. Es como cuando tienes un accidente con el coche, en unos segundos sucede».

En el caso del cereal, comenta Abad que buena parte ya había espigado o estaba en fase de ahijado, puesto que «en esta zona se siembra temprano, y el problema es que la piedra ha pegado en la caña y la ha tronchado». En cambio, «hay otras cebadas que son más tardías y a esas no les ha afectado tanto». Algo parecido pasará con el almendro, ya florido y con el fruto  en fase de crecimiento, que echará a perder su buena parte de producción. 

El pedrisco de La Peraleja arrasa varias hectáreas de cerealEn el peor momento. «Fastidia mucho porque el año venía muy bien y las perspectivas eran tan buenas como el año pasado o mejor», indica Abad, que cree que «lo que crezca no va a tener fuerza ninguna por los golpes que recibió la planta. Cayó con tanta violencia que el suelo está lleno de hoyos pequeños». En su caso, el pedrisco ha podido afectar a más de 60 hectáreas.

Al menos, los productores afectados por el siniestro cuentan con seguro para mitigar las posibles pérdidas, pero reclaman que los peritos cuantifiquen ya los daños para conocer el alcance cuanto antes.