La educación concertada también se coló en el desayuno informativo, en el turno de preguntas. El presidente de la región, Emiliano García-Page mantuvo que su gobierno «la respeta y continuará sosteniéndola en la región» porque se trata «de uno de los grandes logros de Felipe González» cuando era presidente del Gobierno durante las negociaciones que mantuvo con el Vaticano en su momento.

A pesar de todo, Page destacó que en Castilla-La Mancha predomina la educación pública, mientras que la concertada tiene poco peso porque se trata «de una región humilde» que no se ha prestado ni ha tenido base «para el negocio» en este ámbito.

El presidente autonómico se remontó a 1982 para explicar cómo cuajó la educación concertada en España tras tres horas de negociación entre Felipe González y un cardenal del Vaticano al que recibió para tratar el asunto en una época en la que nuestro país «necesitaba contar con toda la infraestructura educativa disponible», la que gestionaba la Iglesia y la de la cooperativas privadas. A cambio, subrayó Page, se consiguió «universalizar la educación» para que todos los centros concertados enseñaran lo mismo que los colegios públicos.

Por tanto, en su opinión «la estrategia» que alcanzó Felipe González en su momento echó por tierra la educación paralela, con lo que la lectura final está clara para Page:El PSOE «salió ganando» en esta encrucijada educativa.

Estatuto de la mujer rural. Asimismo, el presidente regional no ha querido dejar pasar la ocasión para dar cuenta de alguno de los próximos hitos de su Gobierno, como la más que probable aprobación el jueves en las Cortes del Estatuto de la Mujer Rural, «el segundo de toda España» y que obligará a las cooperativas, empresa y organizaciones del mundo rural a contar con presencia femenina en su órganos directivos.

Sin olvidar tampoco el fuerte impulso que se está dando al turismo en los últimos años en la región. Un sector en el que aún «tenemos mucho que avanzar» tanto Castilla-La Mancha como España en su conjunto. ¿El objetivo? «Hacer pasar la industria de la cultura y el turismo del 6 al 12 por ciento del PIB».

En este sentido, se ha mostrado reacio a implantar aquí la polémica ‘tasa turística’. «Lo vamos a estudiar, pero soy poco optimista, a mí me molesta cuando me la cobran», ha dicho.