Fernando Lussón

COLABORACIÓN

Fernando Lussón

Periodista


Moreno marca el terreno de juego

27/04/2022

Tras convocar las elecciones anticipadas en su comunidad autónoma, el presidente andaluz, Juan Manuel Moreno Bonilla ya ha marcado el terreno de juego en el que se desarrollará el futuro de Andalucía una vez que se abran las urnas y se conozca el resultado. Es un diseño arriesgado, pero así nadie podrá llamarse a engaños y echar la responsabilidad a nadie sobre determinados pactos o apoyos para frenar a la ultraderecha, por una parte, y por otra, para que se puedan analizar con parámetros marcados la repercusión de esos comicios en la política nacional.

Que la legislatura andaluza acabaría de forma anticipada -adelanto técnico lo llaman en el PP mientras que sus socios de Ciudadanos no comparten esa teoría- estaba en todas las previsiones políticas. La resistencia de Moreno lo impidió en su momento cuando se lo solicitaba Pablo Casado para aprovechar el 'efecto Ayuso', luego se reafirmó en su posición para evitar un fiasco por el 'efecto Casado' y ahora ve la oportunidad de aprovechar el 'efecto Feijóo'. El PP del nuevo viaje al centro espera que sus resultados se asemejen más a los de la Comunidad de Madrid que a los de Castilla y León, porque el triunfo de Ayuso le permitió al PP parar a Vox y tener más votos que toda la izquierda, mientras que en el segundo caso los populares no cumplieron ninguno de sus objetivos, no obtuvo una mayoría suficiente para no depender de Vox y cambio los socios naranjas por un pacto con la ultraderecha.

Aunque Moreno Bonilla sale a ganar para tener un gobierno en solitario, ese desiderátum no lo prevé ninguno de los sondeos publicados hasta ahora y lo completan el escenario con un Vox fuerte y en línea ascendente. Por si hubiera alguna duda con respecto a la posibilidad de establecer algún tipo de cordón sanitario hacia Vox, Moreno Bonilla acaba de afirmar que en ningún caso entra en sus planes la posibilidad de un acuerdo entre el PSOE y el PP porque "nuestras políticas son muy distintas". Es decir, está más cerca la posibilidad de un gobierno de PP y Vox que cualquier intento de gran coalición que pudiera plantearse. Pero conviene saber que la primera línea roja a ese acuerdo la ha planteado el PP. Y si en el caso de Castilla y León, el presidente del PP, Alberto Núñez Feijóo ha salido casi indemne por el pacto con Vox, en el caso andaluz será él quien deba poner el visé al acuerdo.

La segunda línea marcada por Moreno Bonilla ha sido pedir que los andaluces saquen tarjeta roja a las políticas del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez. Si el presidente andaluz obtiene en las urnas más votos que los partidos de izquierdas habrá cumplido su objetivo, y habrá debilitado al PSOE de cara a los siguientes procesos electorales en uno de sus feudos tradicionales, que además es esencial para una victoria en las elecciones generales. Pero al plantear los comicios andaluces en clave nacional, el principal representante del PP en los territorios, también pone en juego las aspiraciones de Núñez Feijóo y puede prefigurar la política de alianzas del PP con Vox como único socio posible.

Juan Manuel Moreno tiene las elecciones de cara, con el balance de su gestión en los últimos tres años, con la práctica desaparición de Ciudadanos del mapa político, con el PSOE con un candidato por consolidar y con la izquierda a la izquierda del PSOE por armar un proyecto. Solo Vox se escapa del terreno de juego que ha marcado.