El encierro campero de las fiestas vuelve el día 30 tras diecisiete años

R.L.C.
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El Ayuntamiento ya cuenta con una ordenanza que regula los espectáculos taurinos populares para controlar el desarrollo efectivo de la suelta de reses y la participación en los mismos

Las Fiestas y Feria Nuestra Señora de Riánsares volverán a contar después de casi dos lustros con un encierro campero el domingo anterior al inicio de los actos oficiales.

El día 30 de agosto, a las once de la mañana, cuatro vacas saldrán con los mansos desde el paraje Huerta de Flores, cerca de La Hontanilla, hacia el camino de El Polvorín tras medio año de preparativos por parte del colectivo impulsor de la iniciativa, la asociación hípica Amigos del Caballo.

«Estamos muy contentos, como locos, era uno de los objetivos que nos marcamos este año y aunque nos ha costado lo hemos conseguido», señala Fernando Castillo  Martínez, presidente de la asociación Amigos del Caballo, que agradece la implicación de empresas, particulares, así como la subvención del Ayuntamiento. El presupuesto total de la actividad ronda casi los 10.000 euros, de los cuales el colectivo organizador sufragará unos 4.000 gracias a los fondos recaudados en diferentes actividades en los últimos meses, como una cena de hermandad, una peregrinación al santuario de Riánsares y diferentes rifas.

Desde que desapareciera la suelta de reses por el campo en las fiestas patronales ha habido varios intentos  de recuperarlo pero por distintos motivos finalmente no ha sido posible. «Ahora va a poder ser, pero incluso el Ayuntamiento tuvo que aprobar una ordenanza en mayo en un Pleno extraordinario, sino no habría dado tiempo para estas fiestas», explica Castillo al referirse a la «gran cantidad de documentación nueva y requisitos» que han tenido que preparar.

Además, el Pleno del 30 de julio, con 11 votos a favor, siete del PP y cuatro del PSOE, y seis en contra, dos de IU-Ganemos y el resto del PSOE, acordó llevar a cabo los últimos trámites oportunos para desarrollar este evento taurino el último domingo de agosto.

En relación a la etapa más reciente en que el preludio festivo albergó un encierro campero, la ubicación es una de las diferencias.

«Antes el ganado bravo entraba por la Peña El Águila hasta la plaza por la calle del instituto, ahora vamos a evitar cruzar cualquier carretera por seguridad y para evitar molestias», comenta el presidente de esta asociación creada en 1990 que empezó el año con poco más de 30 socios y ahora supera los 100.

Esta semana se ha hecho público el cartel oficial del encierro campero, con casi 70 anunciantes, y esperan «una afluencia brutal de gente», pues el evento taurino está incluido en el registro de encierros camperos de Castilla-La Mancha.