Julia Navarro

ESCAÑO CERO

Julia Navarro

Periodista y escritora


Propaganda

02/11/2022

La consigna, la última consigna lanzada desde el Gobierno es que Alberto Núñez Feijóo está acabado por su negativa a proceder a la renovación del Consejo General del Poder Judicial. Vaya por delante que pienso que Núñez Feijóo se ha equivocado en esta decisión, y que no se puede tener como rehén a una institución en función de unos intereses políticos determinados. Algunos dirán que, dado el historial del PSOE, lo de Núñez Feijóo es "pecata minuta", y puede que sea así, pero se trata de que quienes representan la alternativa de Gobierno sean mejores que los que nos gobiernan y no iguales o peores.
Ciertamente, el Gobierno no puede dar lecciones ni de coherencia política, ni de que antepongan los intereses generales a los netamente partidistas en beneficio de que Pedro Sánchez continúe en el poder, ni de que anden sobrados de escrúpulos en algunos asuntos. Pero dicho todo esto eso no justifica que, Núñez Feijóo, a la espera de ganar las próximas elecciones generales, decida que mejor esperar a tener mayoría para conformar un Poder Judicial más acorde con sus postulados, algo que por cierto es lo que también quiere el PSOE: un Consejo General del Poder Judicial y un Tribunal Constitucional afín.
Así que en medio de este juego de espejos y de engaños me pregunto si los responsables políticos llegan a creerse la propaganda que ellos mismos impulsan para moldear el pensamiento de los ciudadanos.
Por ejemplo, cuando la ministra de Justicia dijo aquello de que en el metro la gente no dejaba de hablar del escándalo que supone no renovar el Consejo General del Poder Judicial. Esa afirmación evidencia que, o bien la ministra se lo cree, lo cual la descalifica, o bien cree que los ciudadanos somos tontos. No, en la calle no se habla del Consejo General del Poder Judicial, en realidad me temo que el personal no deja de dormir por la renovación del Consejo. El ciudadano de a pie ve que, lo que tiene que ver con la renovación del Consejo General del Poder Judicial, tiene mucho de juego de poder. Así que dar por finiquitado al líder del PP porque, con la excusa de que no pasa porque se modifique el delito de sedición, no se aviene a la renovación del CGPJ, es tener poca idea de por dónde respiran los ciudadanos.
Porque lo que los ciudadanos si entienden a la primera es que la ministra de Hacienda anunció en el pleno del Congreso, donde se debatían los Presupuestos, que se va a modificar el delito de sedición. Verde y con asas. Mensaje dirigido a Esquerra y Junts para que confirmaran su voto a los Presupuestos Generales del Estado. Es decir, es parte del precio a pagar por su apoyo. Y eso sí que lo entiende cualquiera: que Pedro Sánchez gobierna gracias al apoyo, previo pago, de partidos políticos que quieren acabar con nuestro sistema constitucional.
Porque la cuestión de fondo no es que se pueda y se deba modificar ese delito porque a lo mejor es pertinente hacerlo, en cuyo caso el Gobierno debería de buscar el más amplio consenso posible en vez de hacerlo de manera burda como pago a un apoyo a los Presupuestos.
De manera que en mi opinión el líder del PP se ha equivocado al entrecerrar la puerta a un acuerdo que ya estaba hecho como es la renovación del Consejo General del Poder Judicial. Pero el Gobierno se equivoca también modificando una ley en beneficio de grupos políticos que pretendieron acabar con nuestro ordenamiento constitucional.
En cualquier caso, resulta insoportable que tanto el PSOE como el PP manoseen sin recato a la Justicia. Les debería de dar vergüenza, pero supongo que es una ingenuidad siquiera suponerlo.