"El futuro de los pueblos está en los niños"

José Luis Enríquez
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Es una mujer ejemplo de liderazgo que sabe lo que es implicarse en su pueblo y en su comarca, por eso será galardonada por parte del Gobierno de Castilla-La Mancha en el Día Internacional de las Mujeres Rurales

Coral Pardo Martínez - Foto: Cedida

El liderazgo en el desarrollo rural tiene en Coral Pardo Martínez (Cuenca,1973) un ejemplo perfecto. Su tesón y esfuerzo para frenar  la despoblación así como para defender la vida en los pequeños municipios le hacen merecedora de uno de los cinco galardones que el Gobierno de Castilla-La Mancha entregará el día 15 de octubre en la localidad ciudadrealeña de Porzuna con motivo del Día Internacional de las Mujeres Rurales. Coral vive en Cardenete, es profesora de inglés en el CEIP San Gil Abad de Motilla de Palancar y tiene una enorme implicación en el mundo rural como presidenta de la Asociación para la Promoción y Desarrollo Serrano-Prodese Serranía de Cuenca. Es una mujer tan directa como tenaz, por eso alberga el sueño de que «mi hijo no tenga que irse nu nca del pueblo, y si se va que sea por necesidad». Para ello derrocha compromiso y lejos de arrugarse ante la adversidad es de las personas que saben que la mejor opción es tirar hacia adelante.

¿Qué significa para usted este reconocimiento del Gobierno regional a la mujer rural?

No esperaba que se supiera la labor que realizo y que fuera mérito de premio. Intento trabajar porque mi pueblo y mi comarca salgan adelante. El reconocimiento significa un agradecimiento total a a la gente que reconoce a las mujeres que trabajamos por nuestras comarcas.

Siempre se dice que este tipo de reconocimientos sería mejor que no existieran... 

Sí. Es lo mismo que el Día de la Mujer o del Orgullo LGTBi... Se agradecen mucho y son necesarios para dar visibilidad, pero es cierto que en un mundo ideal no deberían existir porque estaríamos hablando de igualdad completa, que sería lo justo.

Su trabajo es silencioso, aunque parece que empieza a serlo menos y a ganar en visibilidad, es así?

Creo que sí. Con esta moda de hablar de la despoblación, aunque llevamos mucho tiempo con la despoblación, parece que ahora salen mas a la luz los problemas que hay en los pequeños municipios y localidades despobladas.

¿Cómo surge su compromiso por el mundo rural?

No soy de Cardenete, soy de Cuenca. Cuando me casé mi marido y yo decidimos que nuestra residencia iba a estar en Cardenete. Desde que empecé a vivir aquí siempre me he implicado mucho en la vida del pueblo. He sido presidenta de la Asociación de Mujeres y partir de ahí me localizaron desde Prodese para ver si quería formar parte de la junta directiva. Desde el principio dije que sí aunque tengo que decir que no sabía muy bien lo que era. Poco a poco fui mirando los proyectos, en qué consistían, cómo se gestionaban los fondos europeos, etc. El día que la anterior presidenta lo dejó me lo propusieron a mí. Con más miedo que otra cosa decidí tirar para delante porque esto no podía acabar y con la ayuda de la junta directiva lo hicimos.

La consejera Blanca Fernández cuando dio a conocer las galardonadas en el Día Internacional de la Mujer Rural subrayó su ejemplo de liderazgo. ¿Hacen falta más mujeres como usted?

No sé si tengo espíritu de liderazgo. Sé que me gusta mucho tirar hacia adelante. La verdad es que no me achanto fácilmente y lo que me propongo normalmente intento hacerlo, aunque no siempre lo consigo. Pero sí...si no es con liderazgo es con iniciativa.

Vive en Cardenete, trabaja en Motilla del Palancar.. . Desde luego que conoce a pie de campo las necesidades del mundo rural, no es así?

Sí, desgraciadamente conozco esas necesidades bastante bien aunque también le digo que como en mi pueblo no se vive en ningún lado. Creo que ahora, tal y como están las cosas en otros sitios, nosotros somos unos privilegiados porque tenemos todos los servicios que se necesitan para poder vivir. Es por eso por lo que pretendemos seguir luchando, para que la gente no se tenga que ir de los pueblos por necesidad sino que si se va que sea porque quiere.

¿Qué sería del medio rural sin el papel que desempeñan las mujeres?

Bueno, mujeres y hombres... Creo que las mujeres porque somos un poco las que tiran hacia adelante. Prácticamente con mi grupo somos gente joven, aún más que yo, que somos las que tiramos de la familia, intentamos conciliar, que es muy complicado conciliar vida laboral y familiar en un pueblo donde no teneos guarderías... El papel de la mujer es muy importante para que la gente siga viviendo en el pueblo.

¿Cuáles son las principales necesidades del medio rural, sobre todo para frenar la despoblación?

Es una pregunta bastante complicada, es una Ley de Despoblación entera... Ahora mismo las necesidades son vivienda, para que la gente pueda venir a vivir al pueblo; servicios mínimos, hablo de escuelas, salud y cuidados de nuestros abuelos; e inversión para que la gente venga a trabajar.Aparte hay muchas otras cosas que no necesitan dinero como ayudas y menos burocracia para poner en marcha negocios. Por ejemplo he visto a una compañera que ha abierto una quesería, pero es tal la burocracia y el papeleo que muchas se tiran para atrás.

¿Son adecuadas las políticas ante la despoblación?

Ahora empieza a haber políticas para paliar este problema.

¿Los incentivos fiscales para atraer población y que se arraigue población le parecen adecuados?

Me parecen primordiales. Los incentivos fiscales son primordiales como lo es la discriminación positiva. Hay muchas medidas que no necesitan tantísimo dinero ni tanta inversión que podrían paliar mucho el problema de la despoblación.

La implicación de la Universidad de Castilla-La Mancha en el medio rural es cada vez mayor. ¿El Erasmus Rural es una iniciativa positiva frente a la despoblación?

Creo que sí. El año pasado me invitó la Universidad a hacer una ponencia y pregunté a los universitarios cuántos volverían a su pueblo a vivir o cuántos estarían dispuestos y muchos me dijeron que estarían dispuestos. Necesitan fibra óptica, necesitan medios... pero creo que les está ayudando a saber cómo es la vida en un pueblo, que muchos la desconocían.

¿Qué hay que hacer para que se conozca más la vida de los pueblos? ¿Está menospreciada muchas veces en los medios de comunicación?

Completamente. Estamos muy denostados y siempre digo lo mismo: aquí en el pueblo no estamos siempre haciendo chorizos ni rosquillas. Tengo mi trabajo de maestra y hago exactamente lo mismo que si viviera en Cuenca. Lo único es que tengo una calidad de vida mejor porque me considero una privilegiada. Pero sí, los medios de comunicación deberían dar un poco la vuelta y normalizar un poco más la vida rural al igual que la vida urbana.

¿Es una quimera aspirar a la igualdad de oportunidades entre el mundo rural y las grandes capitales?

Ahora puede ser un poco una quimera, pero creo que las ciudades están sobrevaloradas porque pensamos que vivir en Madrid es estar todo el día yendo al teatro o al centro comercial. Y eso no es verdad. No creo que una maestra que viva en Majadahonda haga algo distinto a lo que hago yo durante el día, que es ir a trabajar y volver a tu casa, cuidar tu familia y poco más. Y cuando surge pues te vas a comprar o te vas al teatro, pero es algo que podemos hacer exactamente igual vivas en Madrid, en Cuenca o como en mi caso, en Cardenete.

Los pueblos con personas como usted tienen futuro...

En los pueblos lo que hace falta es gente joven, familias jóvenes con niños. El futuro está en los niños. Por eso cuando cierran una escuela digo: '¿Qué hacemos ahora?'. Lo que se necesita es gente que quiera tirar para adelante y que quiera seguir en su pueblo. En mi caso es más extraño porque yo cambié la ciudad por Cardenete, pero tengo amigos que han vivido aquí siempre y gente que descendía de aquí y que ha vuelto. Ese es el tipo de gente que se necesita para que haya vida.

¿Y para lograrlo cuál es su gran deseo sobre la despoblación?

Mi deseo es que mi hijo no tenga que irse, y si se va que sea porque él quiera, pero que pueda decidir si quiere vivir en una ciudad o si quiere seguir viviendo en su pueblo, pero que no se vaya por necesidad.