Javier Caruda de Juanas

Javier Caruda de Juanas


Los juegos polímticos

25/05/2023

El templo de Zeus, en la antigua Olimpia, acogía cada cuatro años los denominados Juegos Olímpicos antiguos. Acudían los mejores representantes de las ciudades-estado griegas con el fin de alzarse con la gloria. Las recurrentes hostilidades entre las diversas facciones helenas entraban en un moderno 'pause' con el fin de poder desarrollar el programa de los juegos durante el día señalado (la tregua, a pesar de esto, podía durar un mes). Tras cada prueba deportiva, un heraldo proclamaba el nombre del ganador, así como el de la ciudad a la que representaba. El cuello del vencedor portaba orgulloso una guirnalda de olivo o laurel y se le recibía con todos los honores propios de la época.

Desde el siglo IV, la celebración de estos juegos cae en brazos de Morfeo para despertar a finales del XIX convirtiéndose esta herencia griega en el mayor espectáculo deportivo (y no deportivo) de la humanidad.

No es objeto de esta columna adentrarse en el maravilloso mundo del legado heleno que disfrutamos hoy en día, pero la celebración de las próximas elecciones nos recuerda este regalo. Cuando leas, querido lector, estas breves líneas nos encontraremos a poco más de cuatro días de saber qué munícipe va a tener el honor de regir con acierto y diligencia (todos lo esperamos) la casa común de todos. Como en aquellos antiguos juegos olímpicos participan en tan importante cita los mejores representantes posibles a juicio de los diferentes partidos políticos, que vendrían a sustituir a aquellas histórica ciudades-estado. 

Durante cuatro años han estado entrenándose, preparándose, para dar lo mejor de sí en aras a lucir la corona de laurel una vez que el domingo electoral deje paso a ese lunes de resaca política. A lo largo de estas últimas dos semanas, han empatizado con el pueblo compartiendo con los ciudadanos paseos y charlas en las que el votante ha podido hacer llegar al candidato todo aquello que le preocupa con el fin de poder influir en la gestión del elegido. Nos han llenado de carteles, publicidad, panfletos, pancartas... quizá, al igual que los juegos han evolucionado, los partidos deberían también evolucionar en eso del marketing, pero eso se lo dejamos a los gurús de tan interesante materia. Decía que han tenido cuatro años de preparación para la cita del próximo domingo. 

Unos candidatos piensan que hemos ido de acierto en acierto y otros creen todo lo contrario. Aquellos buscan continuar el trabajo realizado, estos revertirlo. Amén de los nuevos que llegan con toda la energía para conseguir, ahora sí, los que todos buscan, hacer de Cuenca la capital que deseamos. De hecho, sería magnífico aunar en uno solo todas aquellas propuestas que figuran en los programas electorales y que sacarían al conquense del estado de resignación habitual por estos lares. La noche del domingo sabremos (o intuiremos) quién habrá vencido en esta ocasión, aunque a diferencia de lo que ocurría en los juegos olímpicos en el que se coronaba al vencedor, en los juegos polímticos todos ganan, tiempo al tiempo.