Javier D. Bazaga

NOTAS AL PIE

Javier D. Bazaga


El ‘mal ejemplo’ de la política

02/12/2022

No es la primera vez que lamento en estas líneas la deriva que está tomando la política en determinados momentos en general, y en particular los niveles que está alcanzando la ira y el odio con los que se habla –y se insulta– en el Congreso de los Diputados. Esta semana ha sido especialmente lamentable y a la vez dañina, no ya para la clase política en sí, que parece más preocupada de hacer teatro que de hacer política, sino para los ciudadanos que tenemos a la política como la mejor –aunque perfectible– fórmula democrática para mejorar la vida de las personas, y que contemplamos atónitos cómo se lanzan los trastos a la cabeza de un lado a otro de la bancada.
Recordarán que la semana pasada comentábamos la «anécdota» de una diputada de Vox cuestionando los méritos de la ministra Irene Montero para estar en su puesto, y que los limitaba al estudio «en profundidad» de Pablo Iglesias. Esta semana arrancó con el número del PP haciendo que la votación para la reforma del delito de sedición fuera a viva voz y uno por uno para «retratar» a todos los diputados socialistas en el Parlamento, incluido a los castellano-manchegos después de que el líder regional, Emiliano García-Page, hubiera manifestado más de una reserva por este hecho.
La bajeza continuó el miércoles, con unas palabras fuera de lugar de la misma ministra de Igualdad, acusando al PP de fomentar «la cultura de la violación», lo que provocó la airada reacción de la bancada 'popular' que se lo tomaron nada menos que como si fueran ellos unos violadores. Las dos reacciones, la de la ministra y la del PP, muy lejos de situarse en el deseado plano de la moderación y la razón en el que, aún con discrepancias, poder debatir ideas con respeto y escucha.
Y así es como parece que se hace la política en este país. Y luego va el líder nacional del PP, Alberto Núñez Feijóo, asegurando ayer mismo que se puede hacer política sin insultar, justo después de haber llamado al Gobierno de Pedro Sánchez un «gobierno pirómano» que pretende incendiar el país. Hombre, si defendemos que la política se puede ejercer desde la moderación y el diálogo, no empecemos llamando pirómano al Ejecutivo, porque ahí no estamos poniendo las bases para una política constructiva. Todo lo contrario.
Tendemos a pensar que el Hemiciclo es un fiel reflejo de la sociedad, que es la que ha elegido a todos y cada uno de los que se sientan en esos 350 escaños. Y siento decirlo pero no estoy de acuerdo, la labor en el Hemiciclo no tiene que reflejar la sociedad en la que vivimos, tiene que ser aún mejor, elevar la dialéctica y el diálogo como vehículo para el acuerdo a sus más altos estándares, para que sea la sociedad, y seamos los ciudadanos, los que nos fijemos en ella y tengamos ese 'buen ejemplo' de nuestra clase política. No es que no crea en la sociedad, creo que el esfuerzo de los políticos por mejorar las instituciones nos hacen a todos un poco mejores. Por eso les demando ese esfuerzo y no se conviertan en un 'mal ejemplo'.