Javier D. Bazaga

NOTAS AL PIE

Javier D. Bazaga


Solo falta una cosa

18/06/2021

España ha sido uno de los primeros países en recibir el visto bueno de la Unión Europea a su plan de recuperación y resiliencia. Poco se ha hablado de ello entre indultos, kitchenes y gürteles. Pero ese visto bueno es la llave que abre la puerta a los 140.000 millones de euros que llegarán a nuestro país para poder salir de la crisis, y transformar de paso nuestra economía para hacerla eso, más resiliente, más preparada para afrontar otros ‘baches’ que nos puedan llegar.
El pasado miércoles la presidenta de la Comisión Europea, Úrsula von der Leyen, escenificaba junto al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ese notable alto que ha recibido el proyecto de recuperación español. No fue casual que la entrega del documento se produjera en la sede central de Red Eléctrica de España, en Madrid, de manera que se ponía el foco en una de las grandes áreas a las que van destinados estos recursos: la transición ecológica y transformación energética.
«Este plan transformará profundamente la economía española, haciéndola más verde, más digital y más resiliente», subrayó la presidenta de la comisión. El documento de aprobación ha sido todo un espaldarazo al Ejecutivo de Sánchez, al que se ha acusado constantemente desde la oposición de no hacer los deberes con estas cuentas, y de haber sumido al país en la «irrelevancia» internacional. El gesto de Von der Leyen demuestra que España está alineada con los intereses de la Unión Europea, y con ganas de salir de la crisis económica, ahora que la sanitaria está a pocas semanas de resolverse –aunque eso no signifique que nos olvidemos de todas las vidas que se han quedado en el camino–, y con ganas de hacer las reformas pendientes. Incluida la laboral, que la propia Von der Leyen elogió por querer mejorar el acceso de los jóvenes a un empleo.
Ahora bien, como se dijo en aquel acto, el proyecto presentado a la UE no es un proyecto del Gobierno de Pedro Sánchez, «es un proyecto de país» dijo él mismo. Y para que eso sea así debería contar con el respaldo de los partidos de la oposición. Qué menos que del mayoritario. «Los europeos hemos atravesado juntos esta horrible pandemia. Ahora que las cosas empiezan a encarrilarse, necesitamos a todos los grupos políticos para que el programa se haga realidad», dejó caer la presidenta de la Comisión. «Convoco a todas las fuerzas políticas a apoyarlo» agregó Sánchez.
Es verdad que ahora, con la entrada del verano en apenas tres días, con la vacunación avanzando a pasos de gigante, y las ganas de desprendernos de la mascarilla y disfrutar del aire libre y de las sonrisas, se hace necesaria la unidad para que este plan consiga los objetivos para los que fue diseñado. También tendrán mucho que decir las comunidades autónomas, a las que Sánchez convocará en julio para explicar los pormenores del documento. También éste es un paso necesario. Pero para que todo esto funcione, el Gobierno también tiene una tarea: escuchar a todas esas partes y ser receptivo a sus demandas.