Se puede discutir, se pueden ofrecer alternativas, hasta se puede criticar –con respeto–, pero si al final hay acuerdos que beneficien a los ciudadanos, todas esas tareas habrán servido para enriquecer no solo el debate, sino el resultado. Después de tanto tiempo escondidos en la trinchera política, saliendo solo de vez en cuando para dispararse alguna que otra bala –vale también para los que hayan leído pala–, parece que Castilla-La Mancha fija el tiro y los partidos políticos se unen para dirigir la pólvora por encima de las siglas de los partidos políticos, y hacer diana en el verdadero objetivo: los ciudadano.
Ayer las Cortes regionales aprobaron una partida de 65 millones de euros anunciada un día antes por el presidente del Gobierno, Emiliano García-Page, para ayudar a aquellas empresas, y que no son pocas, que están atravesando muchas dificultades debido a la crisis provocada por la pandemia del Covid.
Un paquete de ayudas que pretende compensar pérdidas, pero que también servirá para hacer reformas en los negocios, de manera que habrá subvenciones para que pymes y autónomos puedan invertir en mejorar sus negocios. «Lo que vamos a buscar es que las ayudas no sirvan solo para que los autónomos y pymes salgan de las crisis, sino que salgan reformados, que puedan reformar sus negocios», dijo el portavoz económico de Ciudadanos en las Cortes, David Muñoz Zapata, tras una reunión que mantuvo su grupo y el del PSOE con el vicepresidente del Gobierno y la consejera de Economía para abordar esta inyección que va a hacer el Gobierno momentos antes del pleno monográfico que lo aprobó por unanimidad. Sí, por unanimidad, ya que a pesar del agitado debate en las Cortes, el PP finalmente se prestó a votar a favor a cambio de algunas modificaciones.
Al margen de esos matices, de esos detalles, de esas condiciones o exhibiciones de fuerza entre los grupos parlamentarios, necesarios por otro lado para establecer prioridades y marcar diferencias, la buena noticia es que los tres grupos parlamentarios votaron a favor de esa inyección de dinero que, lamentablemente, no servirá para ‘vacunar’ a los autónomos frente a esta crisis, pero sí para generar más anticuerpos.
Está más que escrito que la unión hace la fuerza. Lo hemos visto estos días con el temporal ‘Filomena’, con centenares de vecinos cogiendo palas, o lo que tuvieran a mano, para despejar calles en busca del beneficio común, y no si unos salían más beneficiados que otros. Esperemos que la urgencia que ha provocado estas muestras de unidad no sea pasajera. Que la intención de ayudar al ciudadano dure más que el hielo que aún hoy preside nuestras calles, y se mantenga para que haya más muestras de concordia en pos del bien común sin necesidad de pandemias, temporales o temperaturas extremas.