Lo dejó escrito Marcial y, siglos después, Cela lo hizo suyo y lo convirtió en frase común, casi un eslogan. El que resiste, gana. Luchar, esforzarse, pelear, es la clave. La historia de España está salpicada de hechos históricos, de gestas memorables, de momentos dignos de admiración.. En estas ocasiones, siempre ha sido la sociedad la que ha señalado el camino, la que ha marcado el rumbo. Ocurrió hace cuarenta años, cuando España aterrizó en una etapa complicada después de una guerra civil y una dictadura. Concordia, reconciliación, diálogo... En suma, el milagro de la Transición.
Estamos ahora ante una situación terrible e inédita, un infierno sin precedentes, una pandemia planetaria que se está ensañando con particular virulencia con nuestro país. Toca de nuevo apretar los dientes, estrechar las filas, abandonar polémicas y disputas.
Algunos políticos están pretendiendo escarbar en la cochambre en busca de un rédito imposible. Se les tendrá en cuenta. Es la hora de la unidad, de combatir todos juntos, en respaldo de nuestros sanitarios, militares, fuerzas de seguridad, servicios públicos, empleados de supermercados, farmacias... esa gente que está combatiendo en primera línea para intentar que el terrible mal no lo sea aún más, para ayudar a la gente que va cayendo por el camino, para frenar el espanto que nos tiene apresados con una virulencia inusitada.
No hay que decaer, no hay que rendirse ante el desánimo. Hay que volcar todos los esfuerzos, coordinados e intensos, en este trance pavoroso del que, sin duda, saldremos. Saldremos adelante. Hay que luchar, esforzarse y resistir, pero, finalmente, venceremos.