Víctor Arribas

VERDADES ARRIESGADAS

Víctor Arribas

Periodista


Imperativos legales

12/05/2019

Utilizada como arma de ridiculización y acoso al Estado de derecho, la frase “por imperativo legal” se ha utilizado en España desde hace décadas por los más conspicuos enemigos de su propio país. Comenzaron a usarla en el Congreso los diputados los batasunos electos, los que se habían presentado a las elecciones de un país que despreciaban y no reconocían. Para asumir su condición de parlamentarios empleaban unas palabras que venían a significar algo así como una coacción, un sometimiento de sus voluntades, aunque gracias a ello gozarían de un generoso sueldo, dietas, prebendas e inmunidad. Cambiaron ligeramente la formula para demostrar su incoherencia los diputados de la izquierda extrema que prometieron en 2016 “acatar la Constitución y trabajar para cambiarla”. La clave aquí estaba en el acatamiento como desafío al juramento o promesa. Y más recientemente son los independentistas catalanes los que emplean el imperativo legal para jurar sus cargos, como volveremos a ver en un par de semanas cuando salgan de prisión para asistir a la sesión constitutiva de las Cortes. Jurarán o prometerán porque la ley les obliga. Faltaría más. No deja de ser una perogrullada repetir, siempre que las cámaras enfocan y los micrófonos graban, que la ley es imperativa. Evidentemente lo es. La diferencia con los regímenes dudosamente democráticos con los que se quiere comparar a España cuando se emplea esta muletilla lamentable es que hasta ellos pueden ser diputados y senadores.

Como el juez Marchena le dijo a la testigo de la defensa en el juicio por el golpe institucional del 1 de octubre, todo en un país democrático ocurre por imperativo legal. Es el imperio de la Ley, aprobada de forma libre por los ciudadanos. Por imperativo legal, los golpistas están siendo juzgados en el Supremo; por imperativo legal no se puede declarar la independencia de un territorio contraviniendo el ordenamiento jurídico. La expresión podría emplearse en las más insospechadas situaciones de nuestra vida social: pago los impuestos por imperativo legal, cumplo el código de la circulación por imperativo legal, voy a trabajar cada mañana por imperativo legal. Siempre que algo nos resulte repelente podría ser asumido por la mera obligación de cumplir leyes y normas, usando la coletilla favorita de los enemigos de España. Aunque de la misma forma podríamos arrojarles a la cara las ventajas que ellos mismos tienen por idéntico imperativo legal que el empleado en sus fórmulas de acatamiento de la Constitución: por imperativo legal ellos pueden ser representantes del pueblo español al que odian, y por imperativo legal Puigdemont va a poder ser elegido eurodiputado de un país de cuya justicia ha huido.