Enrique Belda

LOS POLÍTICOS SOMOS NOSOTROS

Enrique Belda


¿Diálogo tolerante o que me la peguen al instante?

29/06/2021

Tuve el placer de trabajar muchos años con un personaje de la reciente historia de España con el que mantenía un contencioso permanente. Yo le reivindicaba que me dejara en su testamento un bonito inmueble en el centro de Madrid. Asombrado me contestaba que a santo de qué si no éramos parientes ni nuestra amistad era para tanto. Mi contestación era siempre la misma: vamos a negociar, no seas intolerante. Vamos a llegar a un acuerdo pues estoy dispuesto a compartirlo con tus sobrinos. Pero nada, estaba instalado en este asunto en el inmovilismo y la falta de diálogo.
Esta memez verídica, viene al caso de la España actual en la que nos encontramos cada día en un problema muy semejante. Dos grandísimos grupos de comunicación se han lanzado decididamente a apuntalar el carcomido Gobierno que auspiciaron desplegando una ingente actividad en favor de los indultos a políticos independentistas con un argumento calcado: los que se oponen no quieren el diálogo pues son fachas e intolerantes y pretenden que el problema de Cataluña siga igual. Bien saben ellos y sus gurús intelectuales, que la negociación se ha de producir sobre cuestiones posibles dentro de la legalidad democrática y que sus alusiones permanentes a la solución política solo calan, aunque no es poco, entre la gente que pone en el mismo plano los mandatos de la Constitución y el Estado de Derecho, y la conveniencia política de las mayorías de cada momento.
Los indultos pueden ser una buena cosa para acercar posturas y bajar los ánimos de los más belicosos, pero saben también de sobra estos grupos que ‘deprisa’ han montado esta campaña de imagen, que de lo que nos quejamos el resto de los españoles es que los beneficiarios no estén dispuestos a aceptar tal paso como gesto de distensión, olvido y buena voluntad, sino que lo estén ya recibiendo como un síntoma de debilidad de los poderes públicos. Así, el Gobierno sigue adelante con su perdón mientras que los beneficiarios le chulean a la cara a todos los cumplidores de la ley, comenzando por la mayoría de los catalanes ajenos a la bronca, que seguirán atacando los derechos de los demás. El PSOE siempre es propenso a curar al enfermo para que se muera muy repuesto, como hacen los malos médicos para quitarse de encima a las familias de los terminales.
Les pasa lo mismo con las dos décadas de ofrecer a los independentistas una España Federal, es decir en la que todos los territorios seamos iguales, cuando aquellos precisamente lo que quieren es ser absolutamente distintos y, si es posible, no ser ni estar. Mientras, venden al electorado que ellos buscan soluciones cuando, en realidad, lo que históricamente hacen es renunciar a plantar cara a los problemas con respuestas congruentes.