Pilar Gómez

MIS RAZONES

Pilar Gómez


Sánchez castiga a Madrid

18/05/2020

Madrid es la única comunidad autónoma que permanece en la Fase 0 de la ‘desescalada’ hacia ese ignoto estado de ‘nueva normalidad’ hacia el que nos conduce alocada y peligrosamente Pedro Sánchez. El comité de expertos, cuyos nombres no han sido desvelados pese a que las leyes lo exigen, ha decretado ese castigo a Madrid sin más explicaciones. No se han hecho públicos los informes en los que el ministro de Sanidad, Sebastián Illa se ha basado para adoptar tal decisión. Los parámetros esgrimidos por el Ejecutivo son mucho más positivos que los de otras regiones que han sido aprobadas para ascender a la Fase 1.
Imposible no acudir a las razones políticas para explicarse este golpe tremendo que ha asestado Sánchez a Díaz Ayuso. Todo el mundo asume que en la disyuntiva entre salud y economía ha de primar la primera. Pero no es el caso. Madrid ha adecuado y reforzado sus equipamientos sanitarios en las últimas jornadas  y está capacitada, de acuerdo con los criterios que reclaman las autoridades sanitarias, para afrontar una posible situación de rebrote de la epidemia.
Lo que resulta meridianamente claro es que mantener a la primera Comunidad de España  condenada a su encierro, inmóvil y abandonada, sin posibilidad alguna de dar un primer paso, leve y prudente, hacia un escenario de lenta recuperación, es condenarla a la postración y la miseria.
Nadie duda de que Sánchez ha adoptado una decisión netamente política. Los indicadores esgrimidos por el País Vasco son mucho más preocupantes que los de Madrid y, sin embargo, se les ha consentido avanzar en la ‘desescalada’. El PNV, claro, es socio necesario de Sánchez en el Congreso. El PP es el rival y, ya nadie lo duda, Díaz Ayuso es el enemigo a batir. Se trata de una  decisión injusta y temeraria ya que Sánchez está empujando a  la desesperación a cientos de familias cuya única esperanza se cifraba en dar el salto a la siguiente fase para empezar a respirar. El gobierno social-comunista los ha condenado a la asfixia.