Diego Izco

TIEMPO MUERTO

Diego Izco

Periodista especializado en información deportiva


El 'bolo'

18/01/2022

En el argot de los artistas anglosajones, diferencian entre el 'concert', el 'show' y el 'gig'. Por orden de jerarquía. Como los dos primeros no necesitan traducción, el tercero es lo que conocemos como 'bolo'. No es algo necesariamente menor, porque cualquiera con ciertas tablas les confesará que ha habido bolos legendarios y conciertos penosos, pero de entrada tiene menos consideración. En esta particular clasificación, supongo que la Liga sería el 'concert' (un 'big concert' en un majestuoso teatro o un pabellón repleto hasta la bandera), la Copa del Rey sería el 'show' (una sala de renombre, un escenario en una plaza respetable...), y la Supercopa sería el 'gig' (el garito que sigue oliendo a sudor y tabaco aunque ya nadie, o al menos eso dicen, se fuma allí un pitillo desde 2010). 
De una forma extraña, para poder tocar en ese cuchitril hay que reventar previamente la gran ópera o la sala de renombre. Es una recompensa añadida, te aseguran los promotores: si logras ganar la Liga o la Copa te espera la gloria en Arabia Saudí. Y te plantas allí, a 6.500 kilómetros de casa, dispuesto a seguir siendo el dueño del escenario... cuando aparecen los subcampeones. Llegan para 'hacer bulto' y justificar el dinero de los patrocinadores, te dicen. Una pequeña licencia a cambio de un puñado de millones: desde 1982 fue un mano a mano entre campeones, e incluso hubo dos ediciones (1984 y 1989) en las que se entregó el título a Athletic y Real Madrid, respectivamente, porque se habían llevado el doblete en la campaña anterior. ¿Tiene lógica? Toda... 
Desde que se ha impuesto el actual formato, ningún campeón ha llegado siquiera a la final. El Madrid de 2020 la ganó en condición de semifinalista de la Copa 19/20, por ejemplo. Esta Supercopa es un 'bolo' precioso, aunque haya perdido la esencia con la que nació. 

ARCHIVADO EN: Copa del Rey, Real Madrid