Jesús Fuero

TERCERA SALIDA

Jesús Fuero


El vino no es tan malo

18/01/2021

Leí hace poco a uno que decía que el vino provoca muchas muertes, pero el articulo despedía cierto tufillo, y vi que también colaboraba con él uno de no sé qué lugar de América del norte. Al buscar al ínclito español de apellido catalán enseguida quedaron claras mis sospechas, y parecía que ese artículo con datos sin contrastar había sido su única aportación a la investigación vitivinícola, como esperando despertar audiencia. Comprendí que lo dicho daba argumentos a una tropa que se apunta a todo lo que huela a ecológico, aunque sea ilógico o trans, a los Amigos de la tierra a los que no quieren que sean violadas las gallinas o las vacas, al #Me Too (está bien legislar contra la mente verde de algunos pederastas, como el Evo bolivariano o H. Weinstein) de todo lo verde que no sea verde de piscina. También a los pobres y empobrecidos de la tierra nos gusta más todo lo sano y ecológico. Hay algunos a los que nos gusta el vino y lo ecológico, pero sabemos que la salvación del vino han sido los sulfitos que protegen los viñedos, y que para un diabético es más sano un vasete de vino que uno de mosto con hielo. Un químico tras analizar varias muestras de cereal me comentó que las cáscaras de los cereales integrales llevan porcentajes insolentes de herbicidas y pesticidas de los que no se dice nada. Los consumidores estamos obligados a elegir entre susto o muerte. Y pongo un ejemplo, otra vez de diabéticos que son al menos el diez por cien de la humanidad, y deben consumir preferentemente pan integral, y aun así en poca cantidad. Y ahora busquen ustedes un pan integral, congelado o no, que este hecho íntegramente con harina integral ecológica y con los aditivos de siempre. Y si leemos el prospecto del pan en los súper es para temblar la cantidad de aditivos que llevan. 
Si utilizamos el seso de vez en cuando comprenderemos que quien más mata son las leyes injustas. Yo sé que fumar mata, y que el bicho ese que va por el aire mata más de lo que se dice. Ahora en España dicen que se ha logrado una gran victoria con eso de que a la gente se le ayude a quitarse la vida, y me dicen los que saben, que hay muchos que no desearían morir si los cuidados paliativos se dieran a todo el que todo lo necesita. Y si del aborto escribo es por no callar. ¿Cuántas no abortarían si supieran que los hijos que van a traer el mundo podrían vivir con dignidad y gozar de un hogar de los de toda la vida?, que en la mayoría no hay maltrato ni se pasa hambre, y los padres, ambos, quieren lo mejor para sus hijos. ¿Por qué no se legisla para proteger a los no nacidos? 
Y pensando en las abejas y en esos inmensos campos de frutales de China, en los que de tanto plaguicida no hay ningún insecto que los pueda polinizar y lo tienen que hacer a mano. Las empresas que viven de la vida primero matan y después se convierten a su vez en «creadoras de criaturas». Primero matan criaturas que son molestas, y luego crean compuestos que solucionan los problemas que sus patentes han creado. Si alguien sale beneficiado a corto plazo luego será damnificado, es un mundo ideal, en el que un laboratorio crea un bicho y luego nos vende un producto para matarlo, pero no del todo, para seguir vendiendo, como lo del piojo, pero a lo bestia.