Fermín Bocos

CRÓNICA POLÍTICA

Fermín Bocos

Periodista y escritor. Analista político


Aplazar el Mobile

12/02/2020

El duende de la Historia -si es que existe- se complace en las paradojas. Hace ahora un año desde el entorno de Ada Colau, alcaldesa de Barcelona, se instalaba la idea de que el exceso de turistas y eventos que se celebraban en la capital catalana estaban colapsando los servicios y desnaturalizando la ciudad. Entre esos eventos se señalaba al Mobile Worl Congress, el mayor escaparate mundial de telefonía móvil. Colau se mantenía en la posición ambigua que ha convertido en la base de su carrera política. Ahora, esa ambigüedad ha cedido el paso a un apoyo cerrado al Mobile ante la posibilidad de que no llegue a celebrarse debido al pánico que está generando la epidemia de coronavirus detectada en China.

El anuncio de que alguna de las empresas más importantes del sector no vendrán a Barcelona y las cancelaciones (cuando esto escribo más del 10 por ciento) de las reservas de plazas hoteleras inducen a pensar que la celebración del Mobile está en el aire. Desde una perspectiva de los negocios tal posibilidad sería un golpe muy duro. Pero visto el número de fallecidos (el martes ya eran 1.100 y 42.000 los infectados) y la dispersión de los lugares donde han sido detectados nuevos enfermos: Alemania y Francia en Europa, EEUU en América y en Asia, además de China, en Japón y en Filipinas, cancelar o aplazar hasta nueva fecha la celebración del Mobile no sería un decisión desacertada. Todo lo contrario porque en un evento de estas características en el que sí nos guiamos por las cifras de 2019 -se dieron cita 107.000 personas- reducir a cero el riesgo de contagios es tarea y difícil por no decir imposible. Máxime cuando el foco de la epidemia está localizado en China y de aquél país proceden varias de las empresas que de momento no han cancelado su presencia pero reducen el número de asistentes. Otras empresas han tomado la decisión de no acudir aduciendo -con buen criterio- que no quieren poner en riesgo la salud de sus empleados.

Aplazar o cancelar el Mobile hasta cuando la OMS -no el Gobierno chino- declare que está controlada la epidemia y sus posibles ramificaciones sería una decisión cargada de sensatez. Tengo para mí que en semejante circunstancia el Ministerio de Sanidad debería tomar cartas en asunto y no dejar la decisión última ni en manos de la empresa organizadora ni en las de la señora alcaldesa de Barcelona. Los virus ni entienden de negocios ni distinguen fronteras.