Jesús Fuero

TERCERA SALIDA

Jesús Fuero


Un problema de memoria

19/10/2020

Son muchos los males que afectan a la humanidad, y el problema es que estamos mal representados, no hay nada más que fijarse en esas reuniones a los que van tan lustrosos, esos que con sus sucios cerebros llenos de egoísmo y más lo contaminan todo. No solo hay suciedad en el cerebro del asesino, del que hace desaparecer una mujer inocente tras violarla. Los asesinos que más muertes provocan hoy son los que se sientan en los parlamentos, aunque vayan dos veces, y la mayoría no pisará nunca una cárcel. Ellos manejan a carceleros y dictan las normas. 
No nombraré a nadie en este artículo, que una manera de bajarles los humos a los fantoches es no nombrarlos hasta que un juez del supremo, o el juez supremo, dicte su sentencia. Alguien sin nombre no es nadie y algunos solamente por ser nombrados se han convertido en asesinos. Cuando alguien tras un secuestro es rescatado, los psicólogos recomiendan que para tranquilizarlo y hacerle sentir mejor lo llamen por su nombre. Ya en la antigua Roma existía un castigo que llamaban Damnatio memoriae, el cual consistía en borrar todo lo que recordase al ajusticiado, imágenes, monumentos, inscripciones con su nombre, e incluso se prohibía usar su nombre. Ahora esta condena se da en telediarios solamente a quienes discrepan con la ideología del medio, o por ser molestos a la línea editorial de los que lo subvencionan. No nombraré a un tipejo que, condenado repetidas veces, le quitan su cargo y le ponen pena de prisión que no cumplirá, por no respetar la ley, y le dejan un sueldo de mas de noventa mil euros, chófer, y le ponen una secretaria ¡menuda vergüenza! Aunque pague los 30.000 euros de multa. Asco.
A los buenos tampoco los voy a nombrar, pero aludiré a alguien ejemplarizante, y saber de quién hablo es fácil. Nombraré a una de las personas más poderosas de las que he tenido noticia, alguien que recibió el Nobel de la Paz en 1979. En la ceremonia el secretario general dijo que era «la mujer más poderosa de la Tierra», y ella visiblemente disgustada contestó: «Yo solo soy una pobre mujer que reza». Ella estaba afectada por una grave enfermedad y quiso renunciar a todos sus cargos, pero no le dejaron, y seis años más tarde muere. El país de acogida al que le dedicó lo mejor de su vida le rindió funeral de Estado. Ya hace 23 años de ello. En el calendario de la ONU es recordada, ya que el 5 de septiembre se celebra el día de la caridad.
Ahora se vuelve a hablar de memoria. No siempre sabemos todas las fechorías que hicieron nuestros antepasados y, hasta lo que yo sé, muchos de los de las fosas comunes también tenían un pasado. Recuperemos su nombre, y su pasado, para aprender de sus errores o aciertos, esos que todos alguna vez cometemos, aunque solo sea por formar parte de la comparsa. Error me parece que a algunos haya gente que les vote, pero se pueden enmendar en parte no volviendo a hacerlo, lo que es imperdonable es persistir en tal aberración. Yo quiero que me digan, y lo hago a modo de ejemplo, que error cometió el obispo la Plana, o los que oficiaban en San Felipe Neri, o que ofensa hizo el altar mayor de la iglesia de mi pueblo que solo vivió cuatrocientos años. ¿Delinque el arte sacro? Hasta lo que yo sé delinquen las personas, delinquen las que tienen ideología y también los ignorantes, y que se quiera juzgar ahora el descubrimiento de América me parece de tontos. En la Meca se leen magníficos textos del Corán, aunque también los escuchan los de Boko Haram. Muchos escuchan, o eso parece, pero no se enteran de casi nada, y los que no leen, aún menos.
Las redes sociales dotan de poder a los incautos con una herramienta de muy bajo coste con la que los que las manejan pueden reclutar, entrenar, coordinar y comunicarse con seguidores y posibles milicias de forma remota. Las redes sociales primitivas también ejercían su influencia en las comunidades, y unos acudían a su llamada cuando sonaba la tercera, otros al repique, y casi todos al toque de arrebato. Luego estaba la pita del alguacil, que eran las noticias frescas del día. Ni sacristán o alguacil tenían ideología, eran servidores. Hoy los sin nombre del gobierno son otra cosa, mafias, ellos dicen que demócratas: ¿de la republiqueta?