Javier Santamarina

LA LÍNEA GRIS

Javier Santamarina


13 horas: Los soldados secretos de Bengasi

24/04/2020

Durante esta larga crisis sanitaria era previsible encontrar ejemplos donde se demuestra que la inteligencia es un bien escaso. Un período tan largo imposibilita que la fría lógica se mantenga en el tiempo, porque en algún punto los sentimientos o la percepción se nublan. Cuando pasemos el momento más crítico, la razón volverá a imponerse lentamente; solo espero que el daño provocado por errores de juicio no sea muy considerable.

Lo que no es habitual, es encontrarse al capitán de un portaviones nuclear, Brett Crozier, con más de 20 años de experiencia comportarse con una actitud tan poco profesional. El sujeto en cuestión confirmó que había el virus en el barco, él era uno de los infectados, y compartió información confidencial al respecto con 20 personas. El resultado es que llegó a los medios y se desencadenó una lista de despropósitos. El secretario de Marina, Thomas Modly, lo destituyó fulminantemente y al poco tiempo, el susodicho dimitió de su cargo motivado por unas declaraciones nada sensibles hacia la tropa. Se ve que el silencio es una virtud poco conocida en la actualidad.

Cuando el capitán destituido se bajaba del barco, la plantilla irrumpió en aplausos y se concentró para despedirle afectuosamente; en el vídeo se comprueba que había menos distancia entre personas que en las manifestaciones del 8-M. Este instante TOP GUN ha sido el ejercicio de mayor estupidez colectiva y si me apuran suicida que he visto hasta la fecha.

Los mandos militares deben proteger la salud de las personas a su cargo, pero no es la única y exclusiva prioridad de su actividad. La Armada norteamericana y en especial un portaviones nuclear, es un símbolo de poder y un instrumento óptimo para disuadir ante cualquier tentación agresiva. Al hacer pública dicha vulnerabilidad, Rusia y China han tenido acceso a una información sensible, restringida y útil. Con este gesto, los marinos han priorizado una teórica salud física por encima del deber intrínseco de proteger la seguridad nacional. ¿Quieren decir que en acto de combate su integridad personal no está en compromiso? ¿qué no se producen muertos, accidentes o incluso fuego amigo?

En situaciones de guerra se gestiona el presente con sus circunstancias concretas. No siempre se tiene el equipo adecuado, ni la munición suficiente y a veces hasta son más del otro bando. Desgraciadamente, los marinos no debieron ir a clase ese día o les dieron el aprobado general por decreto.