Javier Caruda de Juanas

Javier Caruda de Juanas


Lo irreversiblemente reversible

20/10/2022

Si hoy asegurase que el otoño es la estación que más engalana nuestra capital, la inmensa mayoría de los lectores estarían de acuerdo conmigo. Solo hace falta dar un breve paseo por la hoz del Júcar para deleitarse con toda una paleta de amarillos y verdes que nos ofrece un lienzo difícilmente igualable. El lento discurrir del agua, la caída sosegada de las hojas y la confortable sensación del fresco en la cara se convierten en un regalo que debería ser también patrimonio inmaterial de todos y cada uno de nosotros. Esta belleza natural se ve completada por la singular oferta cultural que nuestra ciudad disfruta durante este mes. Al Festival de Otoño ya puesto en marcha se une el próximo fin de semana toda una serie de actividades dentro del programa "Cuenca, Ciudad Abierta" destinado a ciudadanos, turistas, instagramers y prensa especializada. Sin género de duda este es el camino para seguir promocionando nuestra ciudad más allá de nuestras fronteras naturales. 
Pero igual que está dispuesto el comienzo y final de las estaciones con la periodicidad acostumbrada, también lo está la llegada del debate y aprobación de los presupuestos regionales que nos fijan anualmente las diferentes inversiones (y sus cuantías) que vamos a recibir. Es tiempo de una atenta lectura para conocer de primera mano lo que Cuenca va a disfrutar en los próximos meses y he de confesarles que, de todo, lo que más me ha sorprendido es la instalación de un espectáculo de luz y color en la Iglesia de San Miguel. Quizá por su conexión con dos de las manifestaciones más incardinadas en la ciudad, una más popular y con una masiva participación, otra igualmente popular pero con una participación muchísimo menor, San Miguel es siempre un referente en la vida cultural capitalina y, como anciana venerable y querida, miramos con recelo todo aquello que le y nos concierne. Por eso, a pesar de que es una buenísima noticia la dotación a la ciudad de un nuevo recurso cultural, miro con recelo la propuesta fundamentalmente porque vuelve a no haber ningún detalle que pueda revelar el qué y el cómo, más allá de suponer "un revulsivo turístico" con carácter permanente. Tocará, de nuevo, esperar al ansiado 2023 para disfrutar, esperemos, de este nuevo recurso. Y confiar, claro.
Lo que parece que va sobre ruedas es la candidatura a convertirnos el año próximo en Capital Española de la Gastronomía. Competimos con Oviedo y Pontevedra. Ojalá se haga justicia y, a la tercera, seamos los elegidos. La verdad es que iba a completar un 2023 casi de ensueño. La tarea no es nada sencilla por lo que el primer éxito de este noble empeño es ya la práctica unanimidad de todos los estamentos implicado en la solicitud de este nombramiento. ¡Ojalá fuésemos capaces de mantener la fuerza de la unión en todos los asuntos que nos afectan! Si hubiese sido así, no estaríamos buscando alternativas para la línea ferroviaria, ni nos sorprendería que una de las premisas fuera no levantar las traviesas haciéndonos creer que es una decisión irreversiblemente reversible.