Las elecciones a la Presidencia de la Comunidad de Madrid el próximo martes son la constatación de que la política está fracasando.Ya no es capaz de dar respuesta a las necesidades de los ciudadanos, y eso es un paso atrás en lo que debería ser, para lo que se inventó. Bueno, corrijo. Sí están atendiendo a una necesidad, la de liberar las más bajas pasiones del ser humano por medio del insulto, la descalificación y exaltando y acentuando los extremos. Dividiendo entre demócratas o fascistas, comunistas o libres, buenos y malos. Ya no hay propuestas, salvo la de que con unos te vas a poder ir de cañas por Madrid y con otros no.
Y lo malo es que el carácter plebiscitario que se le ha querido dar a estas elecciones desde el principio, con la implicación tan acusada del presidente del Gobierno Pedro Sánchez en la campaña de Ángel Gabilondo -que hasta hemos llegado a dudar de quién era el candidato-, y el pulso que Díaz Ayuso ha querido echar a la dirección nacional del PP en Génova, puede hacer que esa crispación, esa polarización, se extienda a otros territorios.
Constata el fracaso de la política para resolver los problemas de los ciudadanos porque han conseguido que estemos más pendientes de quién dice la burrada más grande, quién es el próximo que abandonará un plató, o soltará un improperio para reventar un debate electoral, o quién será el siguiente en recibir un sobre de amenaza con balas, navajas o tijeras. Faltan cuatro días y no sabemos qué propone cada candidato. No lo sabemos porque ha dejado de importar. Importa qué será lo próximo.
Estamos en plena campaña de vacunación contra la Covid-19, intentando acelerarla al máximo para inmunizar a una población que todavía no se ha desprendido de la amenaza, y que parece resucitar con mucha fuerza desde India. Pero mientras los hay que quieren acelerar la vacunación para poder irse de cañas sin toque de queda, los hay que tienen la esperanza de poder volver a tener un trabajo, a abrazar a los suyos, a recuperar el año que hemos perdido. Ayer se publicó la Encuesta de Población Activa, que reveló que los hogares con todos sus miembros en paro suben en 29.200 hasta marzo en España, y son ya más de 1,2 millones. ¿Cuál es la propuesta? También se incrementa la brecha social. ¿Cuál es la propuesta? Para las colas del hambre. ¿Cuál es la propuesta?
En Estados Unidos, que ahora tiene un presidente que piensa en los demás y no en sí mismo, han decidido apostar por las propuestas. Joe Biden ha dado esta semana su primer discurso en el Capitolio, coincidiendo con los 100 días de mandato, y ha asegurado que ahora no es momento de parar. Reclama consensos para expandir su estado de bienestar. Aquí también vamos a necesitar un plan para abordar la emergencia social que se nos viene encima. Para consolidar y robustecer nuestro Estado de Bienestar, porque esta EPA aún no deja ver muchos dramas que están por venir. La política no debería seguir el ejemplo de la campaña de Madrid, y volver a dar pasos hacia delante.