Víctor Arribas

VERDADES ARRIESGADAS

Víctor Arribas

Periodista


Bendita incoherencia

16/06/2019

El terreno de juego político en el que se están moviendo los pactos post electorales ha revelado una vez más el escaso aprecio de los dirigentes de la actual generación por la seriedad y la coherencia. Lo que dijeron ayer hoy no vale un duro.  Aquello de lo que ayer renegaron hoy es uno de sus pilares de actuación. ¿Quién va a andar mirando si son o no coherentes comparando sus decisiones y declaraciones de antaño? Es un axioma de la nueva política que desembarcó durante la crisis moral, económica y financiera de la presente década: si cumples siempre lo que dices eres un político antiguo. Pedro Sánchez pide a los demás lo que él se negó a conceder con su mayor creación intelectual, tesis doctoral y libro resistente aparte: el no es no. Pablo Casado pedía a Sánchez lo que ahora se niega a dar: la abstención para que el más votado pueda formar gobierno en minoría, algo que debería estar ya en nuestro ordenamiento jurídico electoral. Y los dirigentes de Ciudadanos se reúnen a escondidas con los de VOX para que nadie les haga la foto de la que tanto han renegado. Gracias a toda esta incoherencia hoy tenemos jugosas tertulias y artículos de opinión.
Esta semana la jugada en la que se han empeñado desde el partido ganador es empezar a convencernos de que la inclusión de ministros de otro partido no es en absoluto un gobierno de coalición, sino de cooperación. Cooperación coaligada, por supuesto. Hace unos días escuchamos otra de esas frases lapidarias del presidente vacías de contenido: “O gobierna el PSOE, o gobierna el PSOE”. Cuatro días después, su número dos le enmendaba amenazando con elecciones anticipadas, o mejor dicho repetidas, para presionar a su socio natural que por supuesto entrará en el ejecutivo. Había por tanto otra posibilidad. Bendita incoherencia. Y la sentencia final que desmiente todo lo anterior queda como sigue: «O gobierna el PSOE con Podemos, o gobierna el PSOE con Podemos». 
Y en el trasfondo de todo ello flota en el aire la gran mentira urdida para tratar de evitar el pacto a tres entre las fuerzas de centro derecha, que culmina la jugada maestra del presidente del gobierno cuando convocó elecciones generales porque le convenía la división de ese bloque que se atisbó tras las andaluzas: la gran mentira de pretender convertir a VOX en un partido ultra, en la que se emplean a fondo cada día partidos, colectivos varios, pensadores y medios de comunicación, sin tener la más mínima tentación de poner a ese nivel de radicalidad a otros partidos anticonstitucionales. El no pasarán sigue vendiendo mucho por estas tierras ochenta años después.