Pilar Gómez

MIS RAZONES

Pilar Gómez


El presidente de la gente

05/09/2022

Más que una gira de aplausos enfervorecidos, la gira del candidato Sánchez amenaza con convertirse en un viacrucis. La primera, en la frente de Sevilla, donde no escapó de los abucheos y los pitidos, pese al férreo control del perímetro señalado para su nada relajado paseo popular. Alguien ha diseñado mal este intento del líder socialista por sacudirse la imagen de ser el presidente del Falcon, alejado de los votantes y con muy escasa empatía con la sociedad. En Moncloa parecen no darse cuenta de que Sánchez no puede poner un pie en la calle, ni siquiera con estos montajes de populismo barato que evidencian el nivel de desesperación por el que atraviesan los asesores presidenciales.
El ascenso imparable de Alberto Núñez Feijóo es asunto que preocupa, aunque los portavoces de Ferraz lo afrontan con una forzada displicencia y algún mohín despreciativo. Cunde la inquietud en las filas oficialistas, como se pudo comprobar a lo largo de todo el mes de agosto, cuando desde todos los rincones emergieron ministros con el único objeto de insultar al líder de la oposición. Otra estratagema errada puesto que tales comportamientos suelen volverse contra quienes los practican. Eso es de una elementaridad palmaria.
Feijóo ofrece un perfil mesurado y tranquilo, huye de las polémicas, ofrece pactos, acuerdos y proyectos, incluso alguno de ellos que luego es copiado sin rubor por parte del Ejecutivo, como la bajada del IVA. Su imagen transmite confianza y credibilidad, dos cualidades que no adornan la figura de Sánchez, un político sobrado de soberbia y de un narcisismo pasado de rosca. Manejó penosamente la gestión de la pandemia, cuando incurrió en comportamientos autoritarios que merecieron la condena del Tribunal Constitucional, algo inaudito en el periodo democrático. Su política de pactos con las fuerzas políticas que pretenden derribar los fundamentos de nuestra Nación es asunto que le ha venido pasando factura en todos los choques electorales vividos hasta la fecha, tanto en Andalucía como en CyL y, desde luego, en Madrid. Los datos económicos también sitúan a España en el furgón de cola en casi todos los ítems, desde el empleo, el crecimiento, la deuda, el déficit... Europa se enfrenta a un horizonte inquietante y España, aún más puesto que este Gobierno se muestra incapaz de diseñar y transmitir un plan realmente potente y sensato para abordar la actual coyuntura. Apagar los escaparates y despojarse de la corbata no parecen medias suficientes para abordar el invierno crítico que ya asoma a la vuelta de la esquina.
Sánchez va a sufrir mucho en estas 30 escalas por diferentes plazas españolas. No es un político que despierte afecto ni simpatía más que en os suyos, en sus votantes, un segmento en creciente retroceso. El truco de cambiar humildemente el AVE por el Falcon no cuela. Ya lo está comprobando.