Desde hace meses, en el seno del Partido Popular de Cuenca hay un ruido interno. Después de perder al Alcaldía de la capital de la provincia y la Presidencia de la Diputación, además de descender en votos en las elecciones autonómicas y nacionales, la formación política está en un estado de intranquilidad permanente. El congreso provincial está marcado para el próximo año, 2021, pero hay voces que apuestan a que se adelante al final de este fatídico 2020.
Las especulaciones en torno al actual presidente, Benjamín Prieto, son una constante, pero su entorno asegura que él está tranquilo y lo sitúan como el único capaz de dar batalla al PSOEen la provincia, a pesar de los últimos batacazos electorales y la poca representación obtenida en las instituciones. Son varios los frentes que se le abren al dirigente popular. Por una parte, es público su discrepancia con la cúpula regional del almanseño Paco Núñez y, por otra, hay sectores conquenses, con personas que ya empiezan a enseñar la patita por debajo de la puerta, que anhelan un cambio en la cúpula del partido en la provincia. Estos últimos consideran que la etapa de Prieto al frente del PP ya acabó, es decir, que su tiempo ya pasó, y piden un nuevo modelo para poder reclamar atención a Paco Núñez y recuperar territorios perdidos, ahora, en su mayoría, en manos del PSOE.
Si se van a producir cambios, ahora es el momento idóneo, con prácticamente dos años de mandato ya transcurridos y dos años por delante para la próxima cita electoral, las municipales de 2023. Si todo sigue igual y Benjamín Prieto consigue aferrarse al cargo, el actual presidente tendrá dos años para revertir la situación y darle la vuelta a un paisaje que ahora es un tanto hostil para el PP. Al contrario, si hay un cambio en la cúpula, el nuevo dirigente tendrá tiempo suficiente para rearmar al partido y darle la impronta que quiera antes de enfrentarse por primera vez a las urnas.
Fuese lo que fuese, se avecinan unos meses convulsos en el seno de la formación conservadora, más aún si cabe al tener que trabajar internamente en medio de la pandemia. Y después habrá que ver el grado de cohesión de los vencedores y los vencidos, porque ahora mismo hay un clima de confrontación entre las diversas facciones.
Como sentenció Cersei Lannister en la mítica serie Juego de Tronos: «Cuando juegas al juego de tronos, o ganas o mueres. No hay término medio». Pues, está todo dicho.