Hoy es 25 de noviembre, Día internacional para la eliminación de la violencia contra las mujeres. Todas las mujeres del mundo estamos sometidas, en mayor o menor medida, a múltiples formas de violencia en todos los ámbitos de nuestra vida. Las desigualdades de género, la falta de equidad en derechos y oportunidades y la violencia física, psicológica y/o sexual que se ejerce contra las mujeres, son elementos estructurales del sistema cultural, económico, social y político que organiza nuestra vida, y que es el patriarcado. Y no son resultado de un proceso natural, biológico o divino, como históricamente han sostenido quienes pretenden legitimar y perpetuar este orden social. Esto, que es de nivel básico en el conocimiento de nuestras sociedades, lo sabemos gracias a los Feminismos. Hace más de dos siglos podemos encontrar evidencias de este movimiento académico, social y político que no solo ofrecía un análisis más certero de la realidad,  sino que impugnaba ese orden natural para cambiarlo hacia una sociedad más igualitaria, justa y libre. El feminismo ha llegado a nuestros días con una fuerza imparable, a pesar de que siempre ha encontrado fuerzas reaccionarias y antidemocráticas que han intentado pararle el paso. Pero las mujeres sabemos, o deberíamos saber, que nos jugamos mucho si dejamos este país y nuestras vidas en manos de los antifeministas de Vox o sus aliados de gobierno.

Las mujeres de este país no estamos dispuestas a dar marcha atrás y así lo hemos demostrado los últimos años. Recuerden bien, hemos convocado una huelga general sin precedentes el 8M y hemos derribado un proyecto de ley del PP y a su Ministro de justicia, cuando quiso retroceder en nuestros derechos reproductivos con la limitación y penalización del aborto.
Ahora, es el momento del feminismo. Para proteger la vida de las mujeres y conseguir una sociedad en igualdad. Para ello necesitamos un gobierno aliado y es una buena señal el punto séptimo del acuerdo PSOE- Unidas Podemos que recoge el compromiso de desarrollar “Políticas feministas: garantizar la seguridad, la independencia y la libertad de las mujeres a través de la lucha decidida contra la violencia machista, la igualdad retributiva, el establecimiento de permisos de paternidad y maternidad iguales e intransferibles, el fin de la trata de seres humanos con fines de explotación sexual y la elaboración de una Ley de igualdad laboral”.
Sin duda, que un documento de este calado recoja en su literalidad el concepto “feministas” es un avance  de las mujeres que llevan años y años luchando en nuestro país. El mejor antídoto contra ese antifeminismo y el machismo que mata, son las políticas feministas.