Javier Caruda de Juanas

Javier Caruda de Juanas


¿Astra cuándo?

16/12/2021

La ventaja de ir cumpliendo años es que, sin darte cuenta, sacas a la luz una buena parte de recuerdos que dormían en algún rincón oculto de tu memoria. Esta semana, no sé por qué, he debido tener un arranque recordatorio egbero y hasta la conciencia (si uno la tiene) ha llegado el nítido recuerdo de las infantiles fiestas de cumpleaños donde los compañeros del colegio festejábamos al homenajeado dando cuenta de una suculenta merienda regada por los tradicionales refrescos de cola, naranja y limón traídos, eso sí, de la entrañable fábrica de gaseosas Aguirre. Aquellos que tenemos las sienes plateadas recordarán que se ubicaba en la calle Colón.
El atrevimiento máximo era servirte un vaso en el cual mezclabas los tres sabores. Una vez tomado oías la voz de tu madre «Se te va a hacer un revoltijo en el estómago que ya verás». Nunca supe si eso era una advertencia o la constatación de un hecho, pero lo cierto es que el estómago se convertía en una cueva de mariposas durante unas horas. Algo así me está ocurriendo durante este año próximo a su fin. Y es que cada vez que oigo algún plan gubernamental o algún término pandémico en el que está incluido el término Astra, las mariposas elevan su vuelo.
Hace casi un año nos lanzamos a una carrera vacunadora en la creencia de que esta era la mejor solución para neutralizar al enemigo invisible. Convencido de que también había un compromiso y una responsabilidad social en ser vacunado, presté mi brazo izquierdo para que se me inoculara el deseado líquido. Como tantos y tantos de mis compatriotas. En pleno proceso de vacunación, surgieron las primeras dudas ante las reacciones producidas por las vacunas administradas bajo la marca AstraZeneca. Tanto es así que a los que les pincharon la primera dosis de ésta, les ofrecieron cambiar en la segunda. Y tras esto, el silencio. No he vuelto a oír nada de dicha marca.
Pasados los meses, y dentro del plan XCuenca, se nos presenta un caramelo que viene a resolver todos los problemas de movilidad que el área metropolitana conquense (si existe) tiene. Si no he entendido mal, como contrapunto a la supresión definitiva del tren por esta provincia castellana, se va a dotar a determinados municipios de un plan alternativo denominado Astra en el que se  van a poner al servicio de los vecinos autobuses y vehículos a demanda para desplazarse a la capital y, desde aquí, usar el AVE para desplazarse a Madrid y Valencia. La verdad es que, como ya dije la semana pasada, suelo desconfiar de estos megaproyectos pero, en esta ocasión, la necesidad me obliga a confiar en que va a ser para bien. Porque como no sea así el caramelo amargará hasta límites insospechados. De momento, seguimos peleando por defender algo que sentimos como nuestro, que nos vertebra e iguala, como hace veinte años (véase la portada de La Tribuna de 16 de diciembre de 2001). Surge inevitable la pregunta: ¿Astra cuándo?