Aurelio Martín

LA COLUMNA

Aurelio Martín

Periodista


Hagan juego

22/03/2021

Con una pandemia que continúa y que, desgraciadamente, nos está volviendo a ofrecer unas cifras de contagios en aumento, por lo que habrá que estar a la expectativa y a ver qué ocurre después de la Semana Santa, unido a una crisis social y económica, con una caída del PIB del 11 por ciento, el año pasado, la mayor desde la Guerra Civil, a unas cifras de paro que superan los cuatro millones y a las colas del hambre, de familias viviendo de la caridad, tenemos unos representantes públicos que se han puesto a jugar a la política, incluso, situando en un pedestal a tránsfugas para llevarles a su terreno y comenzar una nueva andadura, pensando que con el barro se puede limpiar uno la cara.
Hay que tener clara una cuestión, hacen falta unos políticos de altura, que sepan colocar a los ciudadanos en el centro de sus objetivos y que dejen las discusiones y pensar en su futuro y sus escaños para cuando vengan tiempos mejores.
El escándalo que estamos viviendo es una falta de respeto, máximo cuando, ante los focos, sin rubor, el principal partido de la oposición aproveche este movimiento de tránsfugas que solo buscan acomodo por su interés personal para fusionarse por la base con los restos de Cs y con la ultraderecha, como «punto de unión» contra el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, abanderado por Isabel Díaz Ayuso.
Una presidenta que ha gestionado la crisis a su antojo, destacando por hacer lo contrario de lo que acuerdan el Gobierno y el resto de comunidades autónomas en aras a la libertad que ella entiende. Jamás una palabra de tanta trascendencia para el ser humano ha sido utilizada tan torticeramente.
Cuando todos debían empujar en la misma dirección para luchar contra la pandemia, Abascal ya nos mostró cómo se pierde una moción de censura, aparte de lo que supone salir a la calle con las cacerolas pese a que las autoridades sanitarias lo desaconsejen, criticar las posibles convocatorias del 8-M y, luego, dejarse aclamar por la multitud, ante lo que le han abierto expediente.
Luego han venido movimientos en Murcia, un incendio apagado por bomberos tránsfugas, y en Castilla y León que, si finalmente sale, será por el efecto del cambio de uniforme de procuradores naranjas, que será difícil de justificar cuando se ha criticado lo que ha ocurrido en la región huertana, pero al contrario; y si no triunfa, poco sentido habrá tenido presentarla.
Y en ese río revuelto pesca Díaz Ayuso en su recomposición del panorama político, marcada por el dirigente de Podemos Pablo Iglesias, que abandona el Gobierno, porque es muy difícil formar parte de él solo a base de apuntarse los éxitos y criticar los posibles fracasos. Es la norma de la casa, no obstante.
En el ojo de este huracán se encuentran aquellos administrados abandonados por el interés y el oportunismo político, espectadores atormentados por los avatares que les viene marcando la situación. Así que hagan juego...