Jesús Fuero

TERCERA SALIDA

Jesús Fuero


Mi fin, ser Jesús no es fácil

21/11/2022

Con pesimismo, uno de los personajes de Dostoievski, propone «apagar a cada genio desde su primera infancia» para contar con la obediencia de la plebe. La base de esta teoría, primero sería: bajar el nivel de la educación, la ciencia y el talento. El alto nivel de ciencia y educación solo para los elegidos. En segundo lugar: los esclavos deben ser iguales, y sin el despotismo no ha habido aún ni libertad, ni igualdad, y en nuestro rebaño humano se necesita igualdad, esto es el shigaliovismo.
   Intentar ser y a la vez unir el catolicismo y el socialismo llevó a Dostoievski a una contradicción que no supo resolver, el ideal y la ideología que se proyecta todavía hoy. Son contradicciones interiores que llenan de sufrimiento y frustración a quienes se dejan guiar por ellas sin pretender profundizar en lo que representan. Muchos tiran la toalla y su pensamiento se convierte en algo estético, negando su esencia pero copiando de la estética. La contradicción que esto representa es irreconciliable.
   Hay padres superfluos e inútiles, impostores a los ojos de sus hijos nihilistas, y para los padres los hijos son incomprensibles ignorantes: ¿No saben que se puede vivir sin la ciencia, sin el pan, pero que sin la belleza es imposible vivir? El positivismo reclama hechos y solo hechos. 
   El mundo ruso y el occidental despiertan en quienes los conocen emociones contradictorias: alta estima por los potenciales que albergan y una preocupación enorme por su realidad. En Los demonios dice Dostoievski: «Cortar cien millones de cabezas es tan difícil como cambiar el mundo por medio de la propaganda. Tal vez más difícil. Es precisamente en Rusia donde ponen sus esperanzas». Y dice un oficial: «Sabemos que un dedo misterioso apunta a nuestro maravilloso país como el más capacitado para la realización de la gran tarea».
   Al final de su vida dijo que «el primer anhelo de millones de elementos del pueblo es saquear a los propietarios.». «Es ahí donde empieza el mal, con la creencia de que el ruso puede ser europeo». «Ellos tienen a los Hamlet; nosotros a los Karamázov. ¿Puede un Karamázov pensar de manera hamletiana sobre qué ocurrirá después? Es decir, a diferencia de Hamlet, un Karamázov, como buen ruso, actúa sin pensar, de modo impulsivo y fatídico. Es incapaz de meditar sobre las consecuencias de sus actos. Ser ruso a veces no resulta en absoluto fácil».
En la iglesia rusa se da la unión entre lo cristiano y lo pagano en los ritos. Bendecir la vida y que otros la bendigan es lo más importante de todo. Uno de los hermanos Karamazov representa a la juventud rusa de hoy en muchos aspectos. A pesar de su mucha formación niega y olvida muchas cosas de la vida, representa el nihilismo de la juventud rusa actual y el de gran parte de la juventud mundial. No tienen Dios, sino una idea. Iván es racional, cínico, pesimista y finalmente ateo. «Si no existe el Dios eterno, no existen tampoco las virtudes… Todo está permitido». En eso están Putin, el chino y el coreano, entre otros, eso tranquiliza sus conciencias y no sé si pensar en España (cada vez más).
   La vida es un paraíso, todos estamos en el paraíso, pero no queremos reconocerlo.
Aceptar el sufrimiento es empezar a vivir. Amar al hombre en su bajeza es una forma de amor supremo. «A medida que avance en el amor se irá convenciendo de la existencia de Dios, y de la inmortalidad del alma».
   Yo pienso en mi padre: decía que en el epitafio es mejor que diga que murió de viejo, que no por valiente. Adiós.