Humberto del Horno

Lo fácil y lo difícil

Humberto del Horno


La farola etrusca

12/05/2023

No se sorprenda el lector si le digo que al mismo tiempo que esta tribuna sale de la imprenta se está dando el pistoletazo de salida a la campaña electoral. Los candidatos ya pueden pedirle el voto de forma directa, si es que acaso alguna vez han dejado de hacerlo.

Es por ello que verá toda una sopa de siglas y fotografías colgando de las farolas de Carretería, de Hermanos Becerril, de Fermín Caballero; y comprobará que ya se han levantado en los parques de la ciudad los habituales tablones que servirán de marco para poder mirar a la cara, o a la foto de su cara, a aquellos que le pedirán un poquito de confianza el próximo 28 de mayo.

Y ahora que empieza el baile, les verá pasar por su barrio, comprar en un comercio local, acariciar perros, besar ancianos, conjugar el verbo 'prometer' sólo en futuro, quizá coger en brazos a algún bebé.

En la capital, seremos llamados a votar unos 42.000 paisanos, y no me alejo mucho de la cuenta si les digo que pasaremos por colegio electoral unos 27.000. Eso hace que cada uno de los ocho carteles sonrientes que se presentan necesiten, voto arriba, voto abajo, al menos 1.500 apoyos para hacerse con un asiento en el salón de plenos.

En clave regional, Cuenca reparte cinco de los 33 diputados que habrá que colocar en el Convento de San Gil, sede del Parlamento. Aquí el cálculo es más perverso. Votaremos 120.000 personas, 30.000 se quedarán en casa, y el que quiera poner en discusión que los cinco escaños son para PP y PSOE tendrá que contar, al menos, 18.000 papeletas de su color cuando se abran las urnas.

Los grandes partidos saben que ganar Cuenca es clave para decidir la mayoría que formará gobierno a partir de junio, y por eso echarán el resto con grandes actos en toda la provincia. Los de naranja traerán a su líder nacional en el tramo final. Los azules tienen el 19 de mayo su joya de la corona, con Aznar sobre las tablas de la capital. Los de rojo repiten la fórmula de hace cuatro años y se guardan la carta de la Ciudad Encantada para su gran acto de cierre de campaña.

Hay formatos a la hora de hacer campaña electoral que están muy alejados de las nuevas estrategias informativas de los partidos políticos. No se entiende cómo en la era de la inmediatez siga rigiendo una ley electoral que te manda a reflexionar el día antes de votar o que impida pedir el voto hasta que cuelgan los carteles de las farolas. Esos carteles con fotos de sonrisa etrusca. Y en esas caras, como ocurriera en la escultura griega clásica, las sonrisas etruscas rara vez se diferencian de las arcaicas.

ARCHIVADO EN: Cuenca, Comercio local, PSOE, PP