Jesús Fuero

TERCERA SALIDA

Jesús Fuero


La sabiduría es ‘maketa’

08/02/2021

La mayoría de las veces para entender un complejo ideario es necesario que alguien nos lo explique, y se supone que el mejor sitio para comprenderlo es la Universidad, ya que a los mayores no se les hace mucho caso, y encima se les margina. A mi desde abril me falta un sabio del que aprender. A veces tenemos la tentación de no valorar nuestras Instituciones, y no siempre acertamos, que la calidad de la enseñanza y la investigación fuera de España, y sobre todo en las universidades anglosajonas es peor que en la española, «de momento». Tristemente, ya son cada vez más los que dicen que en las facultades de Letras no se enseña literatura, que se enseña ideología, y las consecuencias más ruinosas están empezando a notarse. Allí la literatura es un pretexto para promover ideas gremiales (lobbies) ajenas a la ciencia y a la filosofía, miren que todos los conferenciantes no son igualmente recibidos, salvo en privadas, esas que algunos detestan porque solo las quieren para ellos. El objetivo de la Universidad hoy no es trabajar porque hay alumnos, sino para que haya profesores con tareas de ideólogos. La Universidad no es lugar de confrontación de ideas, se pacta con ellas, y los domines cobran por ello. Si es preciso se les da un título cum fraude versus Snchz. Son ideologías de lo políticamente correcto que son apadrinadas, una forma rápida de agrandar el currículo. La ideología paga mucho mejor que la ciencia. Ser libre hoy en la Universidad es alejarse de ella, y pagar un precio, el de ser libre. Los que escribimos, al hacernos preguntas, podemos caer en la tentación de pensar que si con lo que escribimos no se va a hacer nada útil, qué más da. Claro está que a algunos lo que más les interesa y preocupa es el currículo. 
La ideología de moda es utilizada como terapia de grupo, es asumida y consumida como tal, es sadomasoquismo, el placer de sentirse seguro sin pensar demasiado. Las ideologías forman parte de los gremios que las utilizan como autoayuda, ya que les ayuda a sentirse mejor la pertenencia o afinidad a un grupo.
Hay quien cree que la lengua no es signo de identidad cultural, sino tecnología. Y el español es una tecnología muy potente, sobre todo en los campos de la filosofía y la literatura. Ni en francés ni en ingles se puede expresar la diferencia entre el verbo ser y el estar, lo que hace difícil filosofar en estas lenguas. No quiero ni pensar lo que sería filosofar en vascuence sin preguntarle a un maketo. Imaginen leer traducidos al inglés o el vasco los versos de Juan Ramón Jiménez Dios está azul. La flauta y el tambor / anuncian ya la cruz de primavera. Pero, ¡oh rareza!, hay en España personajes que nos quieren pequeñitos, divididos, que vivamos en republiquetas. La inteligencia se educa, depende mucho del esfuerzo y la disciplina, que hay muchos que ignoran que Einstein era un empollón, y además músico, y ahora algunos pretenden que los futuros Einstein españoles del mañana tengan ideología, esa cosa inútil que en muchos de nuestros gobernantes es una ideología del momento y en otro la contraria, todo sea por que les va la fanfarria institucional y las cuchipandas que pagan los contribuyentes que previamente han ideologizado para que les sigan votando, gracias a letrinas y telediarios del gobierno a su alcance, y por supuesto a los pravdas-panfletos-diarios-españoles, negacionistas de España y la libertad de opinión que con diversas ayudas públicas aún se siguen divulgando.