Javier Caruda de Juanas

Javier Caruda de Juanas


Mary Poppins y el Debate del Estado de la Región

06/10/2022

No les miento si les digo que miro con recelo los próximos meses que nos faltan hasta las primaverales citas con las urnas donde deberemos elegir los encargados de gestionar la cosa pública durante los próximos cuatro años. Confiaba que esperasen hasta la cuesta de enero para sumergirnos en toda esa liturgia que llevan implícitas las campañas y precampañas electorales en las que nos aseguran un futuro mejor y más prometedor a cambio de la introducción de una papeleta en una urna. Debe ser que, a pesar del gris plata que ya corona mi cabeza, mantengo la inocencia propia de un imberbe en la buena voluntad sin pensar en que, realmente, lo buscado en unas elecciones es llegar o mantenerse en el olimpo de la toma de decisiones. Y mientras rebuscamos en nuestro día a día cómo llegar más tarde a fin de mes, asistimos escépticos al continuo anuncio de nuevas medidas y viejos proyecto que, ahora sí, se van a realizar.

Les confieso que cada vez me preocupa menos toda esa suerte de sortilegios harrypotterianos que, a golpe de varita, me proponen un mundo mejor o una región mejor, que es de lo que se ha discutido en el debate del estado de la región. Hagamos constar aquí que tanto monta, monta tanto. Esta ausencia de preocupación corresponde a la gestión de todos los colores del espectro parlamentario regional. Aclarado, pues, nos encontramos con varias noticias que se repetirán como un mantra en las próximas semanas: el comienzo en 2023 de las obras del proyecto de economía circular en Los Palancares, las obras de un centro de alto rendimiento deportivo en el Terminillo y, sobre todo, el comienzo en el primer trimestre de 2023 de las obras de las escaleras mecánicas al casco antiguo. Curiosamente, por lo que sea, todo confluye en 2023…

Al respecto de este último recurso, de las escaleras, decía en pasadas fechas el portavoz regional que se tiene la intención de ir muy deprisa y poder iniciar las obras cuanto antes, aunque este ya advierte de que dicho inicio será en 2023, no habla nada del primer trimestre. En fin. Aunque las prisas no son nunca buenas consejeras, cerrar el manido tema del acceso al casco cuanto antes sería, sin ningún género de dudas, una grandísima noticia. Y mientras que los munícipes están en sus cosas de anunciar ¿qué hace el pueblo? Pues aprovechar la oferta que nos propone el Festival de Otoño para copar las calles del centro de la ciudad en estas tardes octubrinas para poner en valor las buenas cosas que hacen ciudadanos anónimos, con preocupaciones normales. Y, claro, para disfrutar de un centro urbano que aún no ha recibido ninguna intervención integral, ni plan alguno para recuperarlo por mucho que 2023 esté ahí a la vuelta de la esquina. Al menos la Cultura siempre será ese bálsamo curativo que nos hace pensar, quizá porque nos hayamos hecho fans de Mary Poppins, que con un poco de azúcar, la "píldora" pasa mejor.