Ángel Villarino

RATAS DE DOS PATAS

Ángel Villarino


Cosas híbridas

03/09/2021

Un enjambre de furgonetas negras irrumpen de madrugada en un humilde vecindario situado junto al río. De su interior salen decenas de encapuchados que se abren paso tirando puertas y ventanas abajo. En cuestión de minutos, secuestran a todos los vecinos -incluidos ancianos y niños- y los arrojan a varios kilómetros de allí. Detrás de los matones entra la maquinaria de demolición. Las obras comienzan poco después.
Han pasado meses desde aquello y sobre ese mismo solar se alza hoy un lujosísimo centro comercial por el que da gusto transitar. Están todas las grandes marcas, hay asadores, un restaurante japonés, pastelerías, floristerías... En el centro del supermercado ‘gourmet’ hay una sala refrigerada con puertas herméticas, como el ataúd de la Bella Durmiente, donde probar algunos de los quesos más caros del mundo. Y en la parada de taxi guardan turno miembros de alguna de las familias más poderosas del país.
La escena no ha ocurrido en España, sino en Serbia. No es Madrid, sino Belgrado, una capital que hasta principios de los ochenta empataba con la nuestra en casi todos los indicadores socioeconómicos. En España hoy siguen ocurriendo cosas que nos hacen torcer el gesto, pero por ahora ningún gobierno, ningún alcalde, podría tolerar que matones a sueldo de constructores mafiosos desalojen a decenas de vecinos a palos.
Son las cosas que diferencian a un país ‘plenamente democrático’ del modelo híbrido que se abre camino en medio mundo. Podemos decir que la mayoría de las capitales europeas ya no son Chicago en los años 30. Pero no podemos asegurar que vaya a ser así dentro de veinte años. Ustedes verán si merece la pena defender lo que hemos logrado en lugar de perder los nervios con problemas inventados.