Antonio Pérez Henares

PAISAJES Y PAISAJANES

Antonio Pérez Henares


Memoria

23/04/2021

Cerrojo continuo a la hostelería, estabulación perimetral casi permanente y fomento de la madrileñofobia ha sido las postreras banderas de quienes, en un principio, ¿se acuerdan? acusaron a los enseñantes de quererse coger quince días de vacaciones gratis por suspender las clases y montaron disco móviles, pongamos que hablo de Guadalajara, mientras la muerte cabalgaba desbocada y las gentes ni podían despedir a sus muertos. Y para que hablar de la ocultación pertinaz, hasta hoy, de la cifra real de fallecidos que el propio Tribunal Superior de Justicia multiplicaba.
Yo tengo memoria y no voy a consentir que me la borren. Puedo incluso llegar a comprender los errores, nunca nos habíamos enfrentado a nada parecido. Pero no voy a consentir que me los tapen con ocultaciones y mentiras.
 El último estudio de mortandad ha vuelto a colocar a Castilla-La Mancha en la cabeza, triste cabecera, de mortalidad porcentual entre todas las comunidades de España. Superando a Madrid y eso que esa comunidad por algo tan determinante como una gran densidad de población, y no digamos la capital, por km2 tiene en ello un gran hándicap, pues está comprobado que esa cuestión aumenta exponencialmente los contagios.
  No digo con ello, en absoluto y para nada y que conste y por delante, que los dirigentes políticos no han hecho lo que mejor han entendido que podían hacer, aunque no puedo olvidar aquel principio cuando se empeñaron en negar lo que teníamos encima y minimizarlo luego. Pero no dudo de su preocupación y de su esfuerzo. Han sufrido como lo hemos hecho todos y se han visto superados y desbordados, porque, a que engañarnos, esto nos ha superado a todos.
 Vale. Pero que no saquen pecho. Vale. Pero que reconozcan sus errores, en concreto y no así en genérico y abstracto, a la política, que es no reconocer nada. Vale. Pero que no sigan ocultando a nuestros muertos. Vale. Pero que no nos mientan. Y entonces, lo prometo, empezaremos a poner en valor sus empeños y sus aciertos.
     Recuperemos memoria, reconozcamos errores, restauremos confianza y entonces pongámonos, pero ya mismo, a trabajar juntos, sí juntos, para salir de verdad de esta. Sin milongas que “más fuertes” ni zarandajas parecidas. Estamos tocados y el trastazo es de los gordos. Pero estoy bien seguro de que hay fuerza, hay ganas y las gentes van a conseguir salir adelante. Con esfuerzo, desde luego. No porque nos caiga del cielo. Es de lo único que estoy seguro. Ojalá fuera con acuerdos hasta de los políticos, aunque sé que ello es utopía. Pero a eso, a sumar, humildísimamente, y como ciudadano de a pie sin más, yo sí me apunto.