Ahora está de moda que el mundo en general, incluyendo gente que ha estado chupando del bote en particular, el poner verdes a los españoles, alegando que si hemos cometido un genocidio, que si nos hemos llevado la plata o el oro de Perú, etc.
Esta moda también afecta a los romanos, porque yo todavía no he visto ni una sola película de romanos dónde los romanos sean los buenos. Según los directores de cine los romanos son implacables: torturan, esclavizan, crucifican y sobre todo matan y matan y matan. Todas las películas de romanos se han hecho contra los romanos, y precisamente las han filmado los herederos de los herederos de los herederos de la civilización romana, desde Alemania, por hablar del país más oriental del norte, y hasta Siria por hablar del país más oriental del sur, además de Francia, parte de Inglaterra, etc.
Estos herederos del imperio romano han repoblado el mundo occidental, -desde los Estados Unidos hasta la Argentina, pasando lógicamente por toda Europa-, y en su inmensa mayoría han adoptado el código civil romano, han usado su técnica de movimiento de las aguas, canales, acueductos, su arquitectura y su estructura social. Todos estos países que ponen verde a sus ancestros y maestros, sin embargo, disfrutan gracias a la civilización romana, de las mayores libertades del mundo. Son, exceptuando quizá Japón y algo de China, donde mejor se vive, donde más protección hay, donde más libertad, donde una persona tiene derechos, y eso sin meternos a analizar el estado de bienestar occidental. Todo romano.
No nos asustemos pues si nos ponen verdes nuestros enemigos, porque es pura envidia cochina. Y si no que alguien mire al presidente de México, tan mezquino, que siendo descendiente de españoles, nos pone verdes a nosotros cuando fueron sus abuelos los que estaban allí.
Tampoco nos asustemos si nos ponemos verdes a nosotros mismos, pues comparativamente ahí están Dios y los EEUU para dar ejemplo.
A los useños no solo los ponen verdes desde fuera, -y no estaríamos aquí si no fuera por ellos, Hitler dixit-, sino que se ponen verdes a sí mismos. Todos hemos visto películas de Hollywood donde el presidente de los EEUU es un asesino. No solo no hay censura allí contra esto, sino que a veces hay hasta subvenciones. Aprende China.
Lo que es fuerte, contundente y sólido no importa los insultos que reciba, los escupitajos que le caigan, y las mierdas virtuales que les deseen, -ahí está Dios el de mecagüen, y que se sepa lleva ahí 2.000 años abrazado a nuestra civilización-, porque la basura la tiran los que la tienen, y el escupitajo siempre sale de la boca asquerosa de alguien.
Los españoles, como los romanos, tenemos nuestras luces y nuestras sombras, pero cuando los anglosajones daban una recompensa por cada cabellera de cada indio, nosotros hacíamos universidades para que aprendiesen a ser como nosotros, y por supuesto, nos mezclábamos con ellos.
Nosotros mismos somos un cruce. Iberos, celtas, fenicios, cartagineses, romanos, visigodos, etc., y así hemos conseguido ser los mejores y tener el país en el que mejor se vive en el mundo, aunque sea con Sánchez.