Antonio Pérez Henares

PAISAJES Y PAISAJANES

Antonio Pérez Henares


España en el eje bolivariano

15/02/2020

Suelo aquí hablar de cosas muy pegadas al terruño, pero hoy me voy por el mundo. Pongo la mira en un país y un pueblo al que quiero mucho y por el que he viajado bastante, desde aquel año 1998 con la Ruta Quetzal y Miguel de la Quadra, en que Chávez estaba a punto de llegar al poder, fui testigo de la primera gran manifestación chavista en Caracas, hasta el 2010. Después volver, tras el «aviso» del régimen, se hizo mucho más complicado. De aquella esperanza, que fue tal, que Chávez levantó a la dictadura que hoy vive el país. Porque lo es y sin matices que valga. Existe un remedo de democracia pero es una pantomima trufada por tortura, el asesinato, la represión brutal a la oposición. El ‘paraíso’ bolivariano ha supuesto la huida desesperada de más de 5 millones de venezolanos.
También fui testigo de esa caída al abismo y de quienes asesoraron, se nutrieron, apoyaron, hicieron de altavoces , y lo siguen haciendo. El ‘cogollito’ que después, se cobijaron bajo las siglas de Podemos, Iglesias, Errejón, Bescansa y Monedero, por citar a los cuatro más relevantes, fueron asiduos y ejercieron cometidos y puestos importantes. Puedo atestiguar, como otros 15 periodistas, que en particular Monedero, el que luego cobró 425.000 dolares por unos folios sobre una moneda fantasma, fue quien el régimen nos envió como interlocutor. Como tal se presentó y supimos que su despacho estaba en el palacio presidencial de Miraflores y su resistencia en el Centro Miranda, donde dirigía la formación de cuadros bolivarianos. Ahora Iglesias es vicepresidente y amén de pagar favores pasados han de procurar que aquello no se derrumbe o tenga la tentación de cantar. Porque todos cobraron y mucho de allí. Documentados, lo publicó El País, 7,5 millones de dólares.
Todo lo que ahora está pasando, pues tiene que ver con ello y tiene que ver también con Zapatero y su embajador, Raúl Morodo, y su clan familiar de negocios. Mediáticamente silenciada su trama del embajador Morodo, íntimo de Bono y Moratinos, por cierto, y las enormes cantidades cobradas, cerca de 40 millones del petróleo venezolano, merecen una investigación a fondo no solo en España sino de la UE.
El esperpéntico sainete de Ábalos por las pistas y salas vips de Barajas ha acabado por dejar las vergüenzas al aire de la conversión del Gobierno sanchista-podemita en el avalista mayor y cómplice de la dictadura venezolana.
Sánchez lo envió allí, hasta su diario de cabecera, El País, ya lo confirma, a reunirse, por dos veces y durante más de una hora, con la enviada de Maduro y hasta habló por teléfono con ella. No recibió a Guaidó, el presidente reconocido por el mundo libre, España y él mismo también, pero el miércoles lo degradó ya a «jefe de la oposición» tras haberle tratado como a un trapo en su visita. En el parlamento, ni él ni el PSOE, y menos aún Podemos, condenaron siquiera las agresiones sufridas por Guaidó y sus acompañantes a manos de una turba chavista al regresar a Venezuela.
El Gobierno, todos y con Sánchez una vez más mintiendo también han mentido, han intentado ocultar la verdad de lo que se traen entre manos pero al final todo emerge con claridad. El alineamiento total con el dictador Maduro. Zapatero es su embajador plenipotenciario y todos ellos blanquean la represión, torturas y asesinatos del régimen liberticida. Ahora tanto Sánchez como Ábalos, y no hay ni qué decir que entusiastamente sus socios podemitas, han dejado ya patente en el Congreso el vuelco: España ya pertenece al eje bolivariano de las dictaduras iberoamericanas. Quizás su pretensión final, además, sea que nos convirtamos en una república bolivariana y bananera más a imagen y semejanza de aquella. Por Iglesias y Monedero no va a quedar. Y en eso les apoya Errejón.