Javier Caruda de Juanas

Javier Caruda de Juanas


‘Maximum inertiae’

18/11/2021

No descubro nada afirmando que somos cada vez más víctimas de cierto tipo de manipulación, interesada como todas, que nos mueven al albur de no se sabe muy bien qué intereses o, peor aún, siendo usada como cortina de las necesidades diarias y perentorias de cada uno. ¿Cuántas semanas llevamos sufriendo la subida continua y cainita del precio de la luz? Día sí, día también nos bombardean sobre el precio del megavatio hora, sobre la influencia en los precios de los productos, sobre la incapacidad de las familias y autónomos para hacer frente a las facturas eléctricas…pero nadie es capaz de levantar la mano y aglutinarnos entorno a una reclamación que, creo, es más que justa. Claro, que esto posiblemente tendría un interés que traspasaría lo ciudadano. Vaya, otro tipo de manipulación. Por aquí, te bombardean sobre el aumento de contagios y el riesgo que supone esto para las celebraciones navideñas. Por allí, nos avisan del desabastecimiento que vamos a sufrir en los lineales de tiendas y supermercados por falta de materia prima animando a adelantar nuestras compras navideñas… Y tantas y tantas noticias que van extendiendo el miedo entre una sociedad que se limita a sobrevivir a tanto desatino incapaz de reaccionar tras años de sibilino adormecimiento. 
Seguramente esta indolencia inoculada durante años de bienestar nos lleve a leer, sin casi ningún sobresalto, una noticia triste por lo inesperada en este pleno s. XXI.
La Diputación Provincial va a realizar una inversión en Villar de Cantos, pedanía de Vara de Rey, para la construcción de un depósito de abastecimiento. De esta manera, los vecinos no tendrán que ir a por agua hasta San Clemente para poder cocinar o asearse. O sea, si no he entendido mal, los vecinos de esta pedanía, (desconozco si muchos o pocos) no han tenido nunca una red de saneamiento o de abastecimiento de agua. ¡En pleno siglo XXI!. No sé si considerarla como una buena noticia o inclinar la cabeza avergonzado. En 2021 todavía hay un núcleo poblacional en nuestra provincia que no tiene agua corriente. Lamentable. Ojalá el proceso sea todo lo rápido que la administración permita para que cerremos esta vergonzante noticia cuanto antes. Como muchos de vosotros desconocía esta realidad. Ahora que tantos esfuerzos parecen encaminados a luchar contra la despoblación rural, encontrar que hay uno de ellos que aún no tiene agua en sus hogares marca la realidad de una provincia que se adentra cada vez más en esa sima de la despoblación. Ya no se trata de tener más o menos servicios, como alguna vez ya hemos solicitado desde aquí, se trata de dotar de lo más básico a estas localidades y así fijar población, ya no digo atraerla. 
Y en este estado somnoliento en el que nos encontramos seguimos sin tener servicio ferroviario en la línea Cuenca-Utiel desde la Filomena dichosa ¿se acuerdan que fue para enero? Pues así seguimos. Pero no pasa nada. Haremos como aquel caballero del XVII que ante un incómodo envite, «girose, quedósele mirando y fuese».