Pilar Gómez

MIS RAZONES

Pilar Gómez


Escucha, PSOE: ¿Hay alguien ahí?

02/12/2019

El PSOE era un partido de Estado y de Gobierno. Una fuerza política fundamental desde la Transición, que colaboró decisivamente a consolidar el consesno constitucional, que ha gobernado más de veinte años, con enormes errores y razonables aciertos, que ha sufrido la lacra del terror, que lo ha combatido, y que ha sabido defender las líneas maestras del edificio de nuestro ordenamiento democrático.

Pues bien, ese PSOE se ha acabado. Ese PSOE ya no existe. Ha sido devorado, desintegrado por algo que nada tiene que ver con el original. Ahora quien pretende enarbolar la bandera socialista es un artefacto que podríamos denominar el PS, esto es, el 'Partido de Sánchez'. Una formación personalista, sin más estructura orgánica que una cúpula integrada por los amigos del jefe y un sinfín de seguidores silentes, ovinos, lanares, que tan solo daciertan a decir 'sí señor' cuando se les pregunta. El PS sólo tiene un objetivo: que su gran líder máximo permanezca en la Moncloa. A cualquier precio.

Medio centenar de políticos que fueron diputados en los albores de nuestra reinstauración democrática han suscrito esta semana un manifiesto, “Carta a los españoles”, en el que advierten severamente del peligroso escenario que se dibuja en nuestro país. En vez de 'a los españoles', deberían haberle dirigido esa carta a Sánchez, gran culpable del estropicio que se acerca. O a Zapatero en su momento, primer impulsor u propalador del Mal.

Hablan ahora Felipe González y otros cuantos, de su preocupación por la gravedad de la situación. Hasta Josep Borrell ha tenido la osadía de declarar que ERC no es 'progresista'. Ahí se ha quedado. En lugar de recordar que ERC es una formación separatista, que pretende y trabaja para conseguir la desintegración de España y que tiene a su líder en encarcelado por delito de sedición. Ese es el partido con el que Sánchez pretende alcanzar un pacto de investidura. Hola, PSOE, ¿hay alguien ahí?. Unos se callan, pusilánimes y medrosos, y otros llegan tarde. El PSOE ya no existe. Feneció descuartizado bajo las zarpas de su actual secretario general. Lo terrible es que no hay marcha atrás.