José Manuel Patón

LA PLUMA CONTRA LA ESPADA

José Manuel Patón


Las Locas Vil

03/04/2019

Mientras muchas mujeres amenazadas por sus parejas carecen de medios para defenderse, mientras muchos hombres víctimas de denuncias falsas van esposados a las comisarias, la ley de la violencia de género de Zapatero sigue cabalgando. Es lógico, pues hay un camino a través de las medidas de la ley que no solo no ha conseguido disminuir los maltratos, y que permite a muchas locas inmersas en una separación matrimonial mentir y aprovecharse de una legislación que en vez de presumir la inocencia presume la culpabilidad.
Ahí está otro ejemplo: doña María Sevilla creó una Asociación llamada Infancia Libre, denunció a su marido por abusos sexuales de sus hijos y los secuestró como tantas, privando a unos hijos de sus padres y a unos padres de sus hijos. La vileza siempre se aprovecha de los huecos legales. Al final la policía ha descubierto que doña María Sevilla tenía no solo secuestrados a sus hijos frente al padre, sino frente a toda la humanidad, manteniéndolos sin escolarizar en una finca de Cuenca, abandonados, desnutridos y sin contacto con la sociedad, generándoles un trauma que les va a ser difícil superar. Cuando Juana Rivas secuestró a sus hijos salieron a la palestra las de las cacerolas, contra toda razón, acusando al padre, por acusar o buscar una excusa contra el varón, al que odian, alegando que era un maltratador. Resultó que no era una maltratador según las sentencias, y que la maltratadora fue ella, que ha sido condenada a 5 años de cárcel por su actuación. Calificada de loca por las psicólogas italianas, le han quitado la custodia de sus hijos. Lógico. Las personas que usan a sus hijos contra sus padres, sean varón o mujer, las personas que utilizan la ley del maltrato, que siempre son mujeres, no están capacitadas para educar a sus hijos. Un hijo tiene siempre a un padre y a una madre, y si ya de mayores nos preguntamos cuál de ellos ha tenido más importancia en su vida, la mayoría reconoceremos que los dos fueron importantes. La ley de la violencia de género envenena nuestras vidas. ¿Cómo es posible que en Madrid existan tantos juzgados de violencia de género como de familia? ¿La mitad de los hombres son maltratadores? Eso es lo que parece porque cuando una mujer pone una denuncia por maltrato todo el procedimiento de divorcio pasa a ser llevado por un juzgado de violencia de género, aunque lo absuelvan luego. Es una manera de coacción, basándose en una ley que dictó el peor de los Presidentes que ha habido en España: Mister Zapatero. La derogación de esa ley, gemela de la de la memoria histórica que busca el enfrentamiento entre los españoles, buscando el voto ruin, no está en el programa de ningún partido. Ciudadanos hizo algún amago, VOX dice que la va a modificar, pero ninguno dice que la vaya a derogar. Un poco de valentía por favor, que no todos los hombres somos malos.