Ángel Villarino

RATAS DE DOS PATAS

Ángel Villarino


Hablar de volcanes

24/09/2021

Escribía Alberto Olmos el otro día que un volcán es, esencialmente, el cierre de toda conversación. Revienta y da inicio a un espectáculo fascinante. Tan real que no es posible meterlo en la rueda de consumo informativo. Otra cosa es que se intente aventurando análisis, tirado de oficio, achacando responsabilidades o sacando petróleo a las lágrimas de los que se han quedado sin casa. Pero el volcán eructa rocas en llamas en grandes cantidades y contra eso no hay quien compita. Destruye todo a su paso y es hermoso. Su grandeza convierte en diminutos los problemas y nos deja en ridículo, con todas las costuras del show al aire. A la altura de lo que realmente somos.
Del volcán no se puede opinar, ni se puede juzgar en los términos habituales, ni se puede utilizar para atacar a nadie. Una de las pocas reflexiones que nos puede hacer pensar la pronunció Reyes Maroto en un sonrojante error de comunicación política. Cargado de contenido. Es curioso, si me permiten la digresión, que todo lo que tiene interés sea ya un error de comunicación política. Es cierto que el volcán ha puesto La Palma en el mapa. Y que una vez hechos los esfuerzos por realojar a los vecinos, es esperable que se cumplan los pronósticos de la ministra. Incluso merece la pena trabajar por ello, por un boom turístico’ que haga que todo sea mejor de lo que estaba. De hecho a mí, que no he sentido nunca la llamada de Canarias, me gustaría ir a verlo. Supongo que nos pasa a muchos, que corremos el riesgo de acabar escondiendo instintos tan ancestrales como el de quedar petrificados ante el espectáculo de un volcán.