La verdad es que me empieza a dar bastante por el saco la cantinela de la España Vacía. La han pillado como monserga redentora y todos los salvadores urbanitas la han acogido como causa a la que entregar sus saberes y recetas de mejora del mundo. No les arriendo las ganancias a labradores, ganaderos, silvicultores, apicultores y todo tipo de oficios ligados al agro y al pueblo. A cazadores y pescadores aún menos, pues ya saben que encima de ser de los «vacíos» están peor que mal vistos. Son especies a cuya extinción no se buscara remedio sino bien al contrario acogotándolas en cuanto se pueda.
La propia expresión, vacía o vaciada, ya resulta despectiva y hasta ofensiva para los humanos, fauna y flora que allí perseveran. Desde luego y como es notorio el concepto es urbanita y como tal ha hecho entre los urbanitas fortuna. Los de la España Llena, supongo. Los guais. Así se sienten ellos bien y pueden llegar a donde están los pobres vaciados a llenarles su desnutrida alma con su afecto y su sabiduría. Les van a resolver la vida en un rato y diez discursos. Aunque de vivir allí, donde ni están y mejor que no se les espere, no tienen ni puñetera idea, ni de ello ni de lo que se cuece y necesita. Pero la solución sí. Y en dos patadas.
Proliferan por doquier los cónclaves, reuniones, simposium y en nada habrá tal riada de publicaciones, libros y recetarios que no cabrán en los almacenes. Y, no podía ser de otra manera, ya se han convertido en pastizal político por excelencia. No hay prócer que no esté en ello. Y lo bien que dan y salen luego en teles, radios, periódicos y digitales como preocupados salvadores de esas pobres gentes que viven en estos territorios de desolación y soledad. Acaba sonando, qué quieren que les diga, a cuando nos decían que había que salvar a los pobrecitos negros. Lo que pasa ahora es que los negros resultan ser mis primos, mis amigos y las gentes de mi propio pueblo. Y me cabrea un poco. Y a ellos que quieren que les diga.
Han montado una de éstas en Sigüenza. En el Parador claro. Faltaría más. Van a estar todo el día dándole a la filosa de la mañana a la noche sobre el tema. El 27 es la fecha. No falta nadie ni poder alguno al que echar en falta. A saber, del Gobierno Central, del Autonómico, del provincial y del local. Como tiene que ser. Ministra, Reyes Maroto, de Industria y Turismo; consejero, Francisco Martínez Arroyo, Agricultura CLM; Diputación, José Luis Vega, presidente Guadalajara; y la alcaldesa de la localidad, María Jesús Merino. Nivel máximo, oye. Y, como ademas son todos en esta ocasión del mismo palo y sigla, se llevarán divinamente. Para que no falte un detalle acudirá también al evento el presidente de Paradores, Óscar López. ¿Se acuerdan de sus tiempos de esplendor con Zapatero? Su aportación al tema será, sin duda alguna, deslumbrante.
Como segunda línea no faltará otra buena ristra de más políticos o de colocados de los que tienen esturreados por diversas fundaciones y otros chiringuitos de reinserción de caídos (he visto por ahí a Jesús Alique) y ya por ultimo para completar paneles asociaciones e invitados donde incluso hay algunos que sabrán de lo que hablan. En total y entre todos, contados, treinta y cuatro. Más que en muchos pueblos de la zona.
Lejos de mi suponer, ni por lo más remoto, que no dirán todos ellos cosas interesantísimas. Será sin duda una tormenta de ideas. Qué digo... ¡34 tormentas! Y concluido el cónclave supongo que tras elevar a dictamen las conclusiones acordadas que imagino tendrán la publicación oportuna, se marcharán cada uno a su olivo satisfechos con el deber cumplido. Aunque espero y ansío que pernocten en Sigüenza un día o dos, al menos.
Bien estará lo que tanto beneficio promete. Aunque coste una pasta y me parece que el gasto no será a escote. Barrunto que habrá salido de las arcas públicas. Pero es perfectamente comprensible que así sea pues estoy muy seguro que el evento seguntino a nada comenzará a dar imponentes frutos. No digo que mañana, pero pasado seguro. Es más, apunten la fecha como histórica. Puede que se queden cortos. Que empiece a esperanzarse la España Vacía que sus horas de serlo empiezan a estar contadas. Lo van a arreglar con 34 discursos el día 27 en Sigüenza.
Pero un primo mío, ya saben el colmillo que tiene el personal de esta tierra con la cosa de andar entre el secarral y el pasmo, me ha dicho que me entere si hay entre ellos alguno que sepa hacer besana y echar un torero. Un surco, vamos.