Diego Izco

TIEMPO MUERTO

Diego Izco

Periodista especializado en información deportiva


Cuadraditos

07/06/2019

Los fabricantes de ropa deportiva ligados a grandes clubes han seguido históricamente una tradición no escrita: respetar la historia con la primera equipación, romper reglas con la segunda, provocar con la tercera. Lo que Nike ha hecho con la futura camiseta del Barça, si finalmente se confirma el desastre de los cuadraditos arlequinados estilo Croacia, es directamente ciscarse en la historia de las bandas azules y granates y provocar con la primera.

Con cierta edad, todos recordamos los orígenes de la fortaleza de Nike, y sus ídolos rebeldes llenos de colorido, frente a la sobriedad germana de Adidas. Son los dos grandes gigantes repartiéndose el gran pastel del deporte mundial… y metiendo la pata hasta el fondo de vez en cuando, como las camisetas retro del último Mundial en manos de los alemanes o esta cosa blaugrana que ha propuesto la multinacional americana para la 19/20.

Un estudio de mercado estima que la camiseta del Barcelona es la más cara del planeta: cuesta más de 220 millones, cantidades que aportan Rakuten, Beko, Damm… y Nike, claro: diseñar y vestir al equipo de Messi le cuesta 105 millones de euros fijos (más variables) a la compañía de Oregón, que por lo visto ha decidido tomarse algo más que una licencia para hacerse notar. En plan, «si yo las hago, y además te pago muy bien por ello, no solo quiero que luzcas mi logo… sino influir en el diseño».

Nunca hubiésemos pensado ver al Barcelona sin las bandas y sí con cuadrados. Pero tampoco estadios con nombres de multinacionales, jeques dueños de clubes o Campeonatos del Mundo en invierno. Y aquí están, dotando al fútbol de un significado y una dimensión que antes no tenía y que conservó durante mucho tiempo. Tal vez si duró tanto sería por algo, piensan (con razón) los nostálgicos.